Cómo limpiar el molinillo de café en seco, para quitar todos los restos de café o especias

Tenemos el truco definitivo para limpiar el molinillo de café en seco. De los distintos métodos que conocemos, el que más nos gusta es el que podéis ver a continuación, lo tenéis en vídeo, pero también lo dejamos por escrito. Probadlo porque vais a ver que funciona perfectamente para quitar todos los restos de café o especias.

Decimos especias porque es el principal uso que hacemos del molinillo eléctrico, es el utensilio con el que conseguimos moler pequeñas cantidades de las especias que compramos enteras y que necesitamos en polvo para nuestras recetas. Y sucede lo mismo cuando mueles especias o café, con la molienda desprenden sus aceites naturales y se queda totalmente adherida a las paredes del molinillo.

Con la grasa, se quedan adheridas micropartículas de las especias y, claro, conviene limpiarlo bien para que además de limpio, no transmita olores a los siguientes ingredientes que se vayan a triturar. Incluso aunque se vayan a triturar las mismas especias o el mismo café, y es que ya sabéis que los aceites, la grasa, tiende a ponerse rancia, y si el molinillo tiene restos transmitirá su olor y su sabor a lo que se muela después.

Pues ya lo veis en el vídeo, con un puñado de arroz crudo podemos retirar la grasa y las micropartículas de café o especias del molinillo eléctrico, el arroz lo absorbe todo, especialmente en la parte de las cuchillas que es la que conectamos a la electricidad y no nos gusta mojar demasiado.

Una vez que el arroz se ha molido, quitar el polvo que deja es muy fácil, basta con utilizar un pincel, un trapo o papel de cocina. No sucede lo mismo con la tapa del molinillo que, al ser de plástico y estar en la parte superior, se resiste más al ‘baile’ del arroz. Pero como la tapa no tiene elementos eléctricos, no cuesta nada lavarla con agua y jabón.

Limpiar el molinillo de café con arroz crudo es una solución práctica y sencilla que elimina los residuos grasos sin complicaciones. Es un método que mantiene el molinillo en perfectas condiciones y previene sabores y olores indeseados en futuras preparaciones. Así, tanto el café como las especias que convertimos en polvo, conservarán toda su frescura y sabor original.

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