Cómo limpiar almejas

Querer disfrutar de unas deliciosas almejas es muy fácil, buen producto, una buena cocción y listo. Pero también es muy fácil arruinar esta degustación si las almejas no están limpias, si nos encontramos con la arenilla que chirría en los dientes. Y lo mismo sucede con los berberechos y otros bivalvos, así que vamos a ver cómo limpiar almejas para que no tengan arena.

Aunque al comprar almejas suelen estar depuradas y bastante limpias, es inevitable que estos bivalvos que viven enterrados en la arena, tengan restos en su interior. Evidentemente, hablamos de cualquier variedad de almejas, finas, japónicas, rubias, babosas… Con lo fácil que es limpiar estos bivalvos, nos cuesta comprender cómo en algunas conservas se sigue encontrando arena.

En fin, a técnica para limpiar almejas y otros moluscos bivalvos para desechar la arena es muy sencilla, no da trabajo, sólo es necesario hacerlo con tiempo. Necesitamos un recipiente amplio, agua fría y sal.

Dos horas antes de preparar las almejas hay que introducirlas en el recipiente lleno de agua con un puñado de sal, y dejarlas que suelten las impurezas y la arena que puedan contener. Según la temperatura que se tenga en la cocina, convendrá dejarlas reposar en el frigorífico.

Puede darse el caso de que no se disponga de dos horas para purgar las almejas, pero no por ello dejéis de llevar a cabo esta práctica para su limpieza. Si no están muy sucias, es posible que en 30 minutos o en una hora queden libres de arenilla.

Y ya que hablamos de almejas, no está de más recordar el truco o consejo para conservar almejas frescas, tomad nota si no las vais a consumir el mismo día de compra. Aunque no conviene guardarlas varios días, en casa se pueden mantener las almejas vivas hasta tres días. Además os explicamos cómo abrir las almejas sin dañarlas, esperamos que os resulte útil.

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