Entre los muchos utensilios que podemos tener en el ‘cajón de sastre’ de la cocina, hay varios que pueden ser cortantes y/o punzantes, y lo cierto es que son un poco peligrosos, pues no es difícil que vayamos a coger algo que necesitemos un poco acelerados, con prisas, y que sin darnos cuenta nos pinchemos o nos cortemos. Por eso, es imprescindible que todos los utensilios que estén diseñados para cortar, pinchar o rallar, lleven su correspondiente funda o tapa protectora.
Pero no siempre es así, de hecho, la mayoría de cuchillos que compramos no llevan funda, de todos modos, siempre podemos improvisar alguna con trucos como este o este otro, aunque también se pueden comprar fundas para cuchillos en caso necesario. Otra cosa que va muy bien para evitar dañarse las manos con los utensilios cortantes del cajón es que estén bien ordenados, pero entendemos que a veces se hace complicado, por ejemplo, por tener muchos utensilios y poco espacio para guardarlos.
Pero hoy no hablamos de cuchillos, ni de ralladores, ni peladores de vegetales… Hablamos de los pinchos o asas para mazorcas de maíz. Seguramente no sea un accesorio de cocina o de mesa que tengáis todos en vuestro cajón, pero quienes lo tenéis vais a descubrir una buena solución para guardarlos sin riesgo a que nadie se pinche con ellos. Y si no sois usuarios de esta herramienta porque os coméis las mazorcas de maíz sujetándolas con tenedores o simplemente con las manos, o porque no soléis comer este alimento (con lo rico que está), no dejéis de leer, porque el truco os puede servir para otros utensilios cortantes.
Antes de nada, hay que decir que hay algunos modelos de pinchos o asas para mazorcas de maíz que se ensamblan entre ellos, y guardarlos en un cajón no representa ningún inconveniente ni riesgo a lastimarse. Pero los pinchos que no sean a la vez la funda del otro (van por pares para poner un pincho a cada lado de la mazorca), serán menos peligrosos con este sencillo truco, clavarlos en un tapón de corcho como podéis ver en la foto sobre estas líneas.
Pues bien, como comentábamos antes, este truco de cocina también os puede resultar útil aunque no tengáis este accesorio para comer mazorcas de maíz, pues hay otros utensilios punzantes que guardamos en nuestros armarios y cajones de la cocina, como pueden ser los pinchos o brochetas, los tenedores de caracoles, los palillos para banderillas y aperitivos, etc.
Así que cuando abráis botellas de vino o cava, no olvidéis guardar algunos tapones de corcho (no los sintéticos), por ejemplo, para que sirvan como protector para colocar a los accesorios y utensilios punzantes, aunque también hay mil y una manualidades que se pueden hacer con ellos y así alargar el uso de este preciado material.