Las frutas deshidratadas o secas son el producto obtenido tras la desecación de las variedades de frutas como las uvas, las ciruelas, los albaricoques, los higos, los melocotones, los dátiles… cada vez hay más tipos de fruta que se someten a la desecación, actualmente podemos encontrar frutas como la papaya, el kiwi, la piña, el melón, el plátano, etc. Hay distintos grados de deshidratación de las frutas, como bien sabemos, cuánta más agua se haya extraído más tiempo se conservará. Pero no vamos a hablar de sus características, procesos de secado, mejores variedades… sino de cómo hidratar las frutas secas rápidamente.
Las frutas secas más populares, como las que antes hemos mencionado, son las que a menudo se utilizan en recetas tradicionales, tanto en platos salados, por ejemplo como relleno de aves asadas o para incorporar en salsas, como en elaboraciones dulces, bizcochos, pudines, postre músico… normalmente, a pesar de que no es una fruta que esté totalmente deshidratada y en ciertos guisos se va a rehidratar durante la cocción, conviene favorecer esta hidratación antes de incluirla en las elaboraciones culinarias.
Lo habitual es poner en remojo las uvas pasas, las ciruelas, los orejones, los higos… un rato antes de preparar la receta. Se pueden rehidratar en agua, pero también es muy común elegir un licor (vino dulce, coñac…) porque con ello se aporta otro matiz de sabor que generalmente armoniza bien. El tiempo estimado para rehidratar la fruta deshidratada varía según el punto de deshidratación que tenga, así como del tamaño. Normalmente se habla de una hora para las frutas pequeñas y un par de horas para las frutas grandes.
Pero sucede como con la mantequilla ablandada, no siempre nos acordamos o tenemos tiempo de hacer la preparación previa por muy sencilla que sea, así que vamos a ver cómo podemos rehidratar frutas secas rápidamente. Hay un método básico (y sus variantes), se trata de poner la fruta en remojo en líquido caliente o incluso darle una corta cocción, en lugar de en líquido frío como se realiza cuando se dispone de tiempo.
Podemos recurrir al microondas, en 2-3 minutos tendremos la fruta hidratada lista para incluir en la receta. Es tan sencillo como poner la fruta en un recipiente y cubrirla con agua (un par de dedos por encima), se introduce el recipiente en el microondas y se programa 1 minuto a 800 W si son uvas pasas. Lo ideal es empezar con este tiempo, y comprobar el punto de hidratación, si es necesario se pone más tiempo. Igual se haría con los albaricoques o los higos que son más grandes, pero partiendo de 2 minutos.
Si no se quiere utilizar el microondas, se puede hacer en un cazo al fuego. Se coloca la fruta con agua en el cazo y se lleva a ebullición, si hablamos de uvas pasas, se puede apagar el fuego a continuación y dejar reposar un par de minutos, mientras que en el caso de las ciruelas u otra fruta más grande (o fruta pequeña muy seca), después de romper a hervir se deja cocer a fuego bajo unos 10-15 minutos.
En muchas recetas es preferible recurrir a este truco de cocina para devolver humedad a la fruta deshidratada que incorporarla seca, así que tomad nota, es un buen consejo, útil y sencillo de llevar a cabo.