La granada es una fruta de la que podemos extraer un refrescante zumo para beber y para elaborar cantidad de recetas. Una de las aplicaciones más habituales en nuestra cocina es la melaza de granada, con ella hacemos muchos platos, entre ellos esta receta de pollo. Lo básico para hacer esta melaza o jarabe de granada es extraer el jugo de la fruta, ¿cómo hacerlo?
Hay varias formas de obtener el zumo de la granada, quizá una de las más habituales es la más laboriosa, extrayendo los granos y después triturándolos, después el resultado se debe colar para quedarse sólo con el líquido. Pensamos que es la más laboriosa porque desgranar una granada lleva su tiempo, recordad que compartimos con vosotros dos trucos, podéis verlos aquí y aquí.
También conocemos otro sistema para hacer jugo de granada que personalmente no hemos puesto en práctica. Se trata de poner los granos en una bolsa, por lo que también hay que desgranar la fruta, y cerrarla. A continuación se presiona con el rodillo de cocina para reventar los granos y finalmente se hace un pequeño agujero en una punta de la bolsa para obtener el zumo.
Y finalmente os vamos a contar cómo hacer zumo de granada de la forma que a nosotros nos parece más fácil, aunque viendo la foto que ilustra estas líneas queda todo dicho. La manera más sencilla y práctica de extraer el zumo de la granada es utilizando un exprimidor de cítricos, no importa si es manual o eléctrico, aunque nosotros nos decantamos por el primero y vamos presionando y girando la fruta según conviene.
Se puede apurar bien la granada para obtener todo el zumo, aunque dependiendo de cómo esté de madura la pieza su piel se puede romper y habrá granos que se queden adheridos a ella y otros tantos en el exprimidor (para comerlos el cocinero). Pero probad a exprimir una granada si no lo habéis hecho así antes, personalmente nos parece una buena técnica para ahorrarse el tener que desgranar la granada y con un poco de cuidado apenas se ensuciará nada.