Si no os ha dado tiempo de hacer el prefermento para elaborar el Roscón de Reyes casero, podéis hacerlo con una receta de masa directa, es fácil que terminéis este bollo dulce el mismo día que lo hagáis, así que lo disfrutaréis tierno y esponjoso. Claro que, si se elabora el prefermento para hacer el Roscón de Reyes al día siguiente, este dulce tradicional con el que culminamos las fiestas navideñas tiene un plus de sabor y se conserva mejor y más tiempo sin que se seque.
No penséis que el hecho de que el roscón pierda humedad con el paso de los días es culpa de haber hecho algo mal o porque la receta no es buena, es que la masa tipo brioche tiene esa desventaja respecto a otras, de todos modos, de un día para otro, esta receta de roscón de Reyes con masa directa apenas va a perder calidad organoléptica, si es que pierde algo de humedad, es muy fácil envolverlo y conservarlo adecuadamente para disfrutarlo como el primer día.
Y ya sabéis que vuestro Roscón de Reyes casero va a ser el mejor que podáis comer el próximo día de Reyes, o la víspera, o los dos días. Recordad que los roscones de los supermercados tienen una calidad cuestionable, en cuanto a los roscones de las pastelerías artesanas, pues habrá de todo en cada pueblo o ciudad. Así que nosotros continuamos con nuestro objetivo de que reunáis los cuatro ingredientes que necesitáis para hacer un buen Roscón de Reyes, con todo su sabor, su aroma natural, con o sin relleno y con las figuritas correspondientes (aunque al que le toque el haba no lo vaya a pagar, habrá que cambiar el cuento).
Así que, a continuación os explicamos cómo hacer el Roscón de Reyes fácil y rápido con masa directa, pudiendo elaborarla a mano, con amasadora o con robot de cocina. Y recordad que si estáis a tiempo o si queréis hacerlo con prefermento sí o sí, tenéis la receta paso a paso en este post.
Ingredientes (2 roscones medianos)
Para la masa
- 150 gramos de azúcar glas
- piel de 1 limón
- piel de 1 naranja
- 130 gramos de leche entera
- 25 gramos de levadura fresca
- 30 gramos de agua de azahar Luca de Tena
- 2 huevos L
- una pizca de sal
- 500-550 gramos de harina de fuerza
- 80 gramos de mantequilla.
Para decorar
- c/n de naranja confitada
- c/n de almendra granillo, palito o laminada
- c/n de azúcar
- unas gotas de agua de azahar.
Elaboración
Prepara todos los ingredientes necesarios, pésalos, pélalos, rállalos o lo que corresponda a cada uno, ya sabes que la mise en place facilita el proceso culinario. Recuerda que las distintas harinas de fuerza a las que tenemos acceso no siempre son iguales, la capacidad de absorción de los líquidos puede variar, por lo que a la hora de incorporar líquidos en las masas, en este caso leche, es preferible ir poco a poco porque si te quedas corto puedes añadir más, pero si te pasas no conviene añadir más harina, la fórmula cambia.
Y las masas tipo brioche deben resultar muy húmedas, pegajosas, cuestión que puede provocar que algunas personas añadan más harina para trabajarlas mejor, pero no hay que hacerlo porque entonces quedaría un brioche más seco. Y ahora vamos con la receta, si tenéis cualquier duda sólo tenéis que dejarla en los comentarios.
Cómo hacer la masa con robot de cocina
Pon la piel de naranja y de limón sin albedo en el vaso del robot, añade el azúcar. En Thermomix programa 30 segundos, Velocidad progresiva 5-7-10 para convertirlo en polvo, si utilizas otro robot de cocina realiza el mismo proceso con sus funcionalidades. A continuación, añade la leche y la levadura fresca, programa 1 minuto, 37º C, Velocidad 2.
Incorpora el agua de azahar, los huevos y una pizca de sal. Mezcla 1 minuto, Velocidad 5. A continuación incorpora la harina de fuerza y programa 3 minutos, vaso cerrado, Velocidad espiga. Finalizado este tiempo, es cuando debes incorporar la mantequilla a temperatura ambiente, entonces programa 3 minutos, vaso cerrado, Velocidad espiga. La masa obtenida será fina, elástica y algo pegajosa.
Pon la masa en un bol muy grande para que tenga espacio para fermentar y aumentar su tamaño sin salirse. Espolvorea un poco de harina, muy poca, sobre la masa, o úntala con un poco de mantequilla fundida para que no se seque y no se pegue al trapo durante el levado. Tapa con tu trapo para masas (que no se lave con jabones fuertes ni suavizante) y deja fermentar a temperatura ambiente (cálida) en un lugar sin corrientes de aire, hasta que doble su volumen, pueden ser dos o tres horas.
Cómo hacer la masa a mano
Ralla la piel de naranja y limón y mézclalas con el azúcar. Calienta medio vaso de leche levemente, que esté templada, para disolver la levadura fresca batiendo con una cuchara.
Haz un volcán con la harina de fuerza en un bol grande (también puedes hacerlo en la encimera), añade en el centro la leche con la levadura y el resto de la leche, el azúcar y la piel de naranja y limón. Añade también el agua de azahar, los huevos y una pizca de sal. Bate la mantequilla con una espátula hasta que esté a punto pomada e incorpórala también.
Integra todos los ingredientes echando la harina sobre los líquidos y mezclando. Cuando puedas hacer una bola, engrasa ligeramente la mesa de trabajo y las manos con aceite de oliva o mantequilla fundida y vierte la masa para continuar amasando, hasta obtener una masa homogénea, elástica y algo pegajosa.
Pon la masa en un bol muy grande para que tenga espacio para fermentar y aumentar su tamaño sin salirse. Espolvorea un poco de harina, muy poca, sobre la masa, o úntala con un poco de mantequilla fundida para que no se seque y no se pegue al trapo durante el levado. Tapa con tu trapo para masas (que no se lave con jabones fuertes ni suavizante) y deja fermentar a temperatura ambiente (cálida) en un lugar sin corrientes de aire, hasta que doble su volumen, pueden ser dos o tres horas.
Divide la masa en dos porciones si quieres hacer dos roscones medianos, cada uno da para unas seis raciones generosas. Forma una bola con cada porción y déjalas reposar cinco minutos para que pierdan tensión y se puedan estirar. Prepara dos bandejas de horno cubriéndolas con papel vegetal o teflón y coloca la bola de masa encima. Con los dedos, haz un agujero en el centro de la masa y ve abriéndolo cuidadosamente.
Si la masa se encoje después de estirarla para hacer el rosco, déjala reposar unos minutos, habrá perdido tensión y se podrá estirar fácilmente. Ve abriendo el agujero tomando la masa con las dos manos, procurando que quede con el mismo grosor todo el rosco, al ser una masa pequeña será fácil. Es importante que quede un agujero grande pues con el segundo levado y el horneado la masa crecerá y el agujero será más pequeño. No olvides meter el ‘rey’ y el ‘haba’.
Cubre cada masa de nuevo con el trapo para que vuelva a fermentar, serán necesarias un par de horas a temperatura ambiente cálida y sin corrientes de aire, la masa debe doblar su volumen. Cuando la masa esté a punto, enciende el horno a 200º C con calor arriba y abajo.
Pinta la masa con el huevo batido con unas gotas de leche y decora al gusto, con naranjas confitadas caseras y almendra granillo o laminada, con frutas escarchadas (si te gustan), con almendra y granillo de chocolate… Moja el azúcar de la decoración con el agua de azahar y reparte sobre el roscón las pequeñas rocas que se forman.
Cuando el horno esté caliente, introduce el primer roscón a una altura un punto por debajo del centro y baja la temperatura a 180º C. Hornea durante 15-20 minutos, pero vigila a los 10 minutos por si se dora demasiado, si se da el caso, cubre el roscón con papel de aluminio, así no se dorará más y podrás terminar de hornear la masa, pero no pases de 20 minutos de cocción, pues su exceso dará un roscón seco.
Retira el Roscón de Reyes del horno y deja reposar 10 minutos, después pásalo a una rejilla para que se enfríe y la parte inferior no quede húmeda. Cuando retires el primer roscón del horno, puedes introducir el segundo y repetir el proceso.
Acabado y presentación
El Roscón de Reyes está listo para comer, pero si lo quieres rellenar, puedes hacerlo con estas recetas y si lo quieres con nata, aquí tienes varios consejos para que quede bien firme y soporte el peso de la parte superior de tu roscón, queda maravillosa. ¡Buena cocina y buen provecho!