Se conoce como toffee a una preparación dulce que se elabora con azúcar o melaza y productos lácteos como la nata, a menudo se añade también mantequilla… Según cómo se procesen estos ingredientes, se puede obtener un toffee sólido o líquido, más o menos denso. Hablamos de caramelo. De todos modos, sobre qué es el toffee y la receta para hacer la salsa de caramelo y nata ya os hemos hablado en Gastronomía y Cía, y también hemos hecho algunas variantes de esta golosa salsa de caramelo.
Así que hoy toca preparar una nueva versión que a muchos de vosotros os va a encantar porque es una receta vegana, os vamos a enseñar cómo hacer toffee o salsa de caramelo vegana con sólo dos ingredientes, leche de coco y azúcar moreno, el que más os guste, nosotros utilizamos el moscovado. Simplemente cocinando estos dos ingredientes a fuego suave para que reduzca, se obtiene una salsa con textura de caramelo perfecta para endulzar desayunos y postres, desde unas tortitas, a una macedonia de fruta. Tomad nota de la receta porque os va a encantar.
Ingredientes
- 100 gramos de azúcar moreno
- 300 gramos de leche de coco (de lata).
Elaboración
Pon los dos ingredientes, el azúcar moreno y la leche de coco, en un cazo de fondo grueso.
Lleva a ebullición y entonces baja el fuego para reducir lentamente y conseguir la textura del toffee o caramelo.
El tiempo necesario para que quede una salsa espesa puede ser de 25-30 minutos, y es conveniente ir moviendo de vez en cuando.
Recuerda que este tipo de preparaciones se espesan más cuando se enfrían. Y no dudes en dedicarle el tiempo que necesites, si reduces más, quedará un caramelo más espeso, si reduces menos, quedará más líquido.
Un buen tip: Si quieres reducir un poco el sabor a coco, aunque no es muy pronunciado, hay personas a las que no les gusta, añade también unas gotas de un buen extracto de vainilla al inicio de la preparación.
Acabado y presentación
Deja enfriar el toffee vegano en el cazo, ve moviendo de vez en cuando para que no se reseque por encima, o tápalo a piel. Después pásalo a una botellita de cristal o a un recipiente con tapa hermético para ir consumiéndolo poco a poco. No olvides etiquetarlo con el contenido y la fecha de elaboración, y consérvalo en el frigorífico. ¡Lo vas a disfrutar!
