Cómo hacer natillas caseras con avena y sin azúcar, un postre tradicional más saludable que el original

Las natillas tradicionales, con su delicioso sabor a vainilla, son uno de los postres más queridos a la vez que poco valorados, de nuestra cultura gastronómica. Una forma de devolver la dignidad a este postre de cuchara por los placeres que nos proporciona es haciéndolo en casa, pero a la mayoría le da pereza, cuando no se tarda en hacerlo ni media hora. Tanto que se destacan las diferencias y tanto que se ponen en valor unos buenos huevos, así como la leche (dos de los ingredientes principales de las natillas) para cualquier preparación culinaria, ¿por qué conformarse con unas natillas industriales elaboradas con productos en polvo?

Si nunca habéis hecho natillas, tomad nota de esta receta porque os van a gustar tanto, y vais a ver que son tan fáciles de hacer, que no las volveréis a comprar. Quizá entonces no comáis tan a menudo las natillas porque, al fin y al cabo, siempre nos falta tiempo para cocinar, pero tampoco hace falta comer natillas cada dos por tres, pues no deja de ser mejor comer fruta fresca de postre. Además, es mejor comer natillas caseras de vez en cuando que comer natillas industriales casi a diario. De verdad.

Pero el tema del que os queríamos hablar es otro, como habéis leído en el titular, la idea al empezar estas líneas era compartir con vosotros una nueva receta de natillas que desde hace un tiempo preparamos en casa, pues además de elegir buenos huevos y buena leche, podemos hacer que las natillas sean más saludables y más nutritivas modificando algunos ingredientes, y creednos que quedan igual de ricas. Podéis comprobarlo después de leer cómo hacer natillas caseras con avena y sin azúcar, poned la receta en práctica y sorprended a vuestro paladar y al de vuestros seres queridos.

Esta es la versión saludable de las natillas que nos hacemos actualmente, un postre tradicional más saludable que el original porque sustituimos la Maizena por avena integral, que es más nutritiva, y el azúcar por un edulcorante sin calorías, aunque no hay edulcorantes químicos que sean saludables, de momento reducimos el consumo de azúcar, que es lo que recomiendan los dietistas-nutricionistas.

Tomad nota de nuestras ideas y haced también vuestras adaptaciones, por ejemplo, si sois de los que no tomáis leche, podéis sustituirla por la bebida vegetal que toméis normalmente. Y también podéis hacer la versión chocolateada, unas deliciosas natillas de chocolate para las que únicamente tendréis que añadir un chocolate con el máximo porcentaje de cacao (más del 74%). Ya nos contaréis cómo hacéis vuestras natillas caseras más saludables.

Ingredientes (4-6 comensales)

  • 5 yemas de huevo
  • 700 ml. de leche (o bebida vegetal)
  • 1 vaina de vainilla
  • 1 trozo de piel de limón
  • c/n de edulcorante (equivalente a unos 120 gramos de azúcar)
  • 30 gramos de copos de avena integral molidos.

Elaboración

Pon en un cazo de fondo grueso las yemas de huevo y la leche, bate con las varillas para que las yemas se rompan y se mezclen con la leche, añade la vaina de vainilla, la piel de limón y el edulcorante, debe ser apto para cocinar. Añade también la avena integral molida, y bate con las varillas.

Lleva el cazo al fuego y calienta hasta que la leche rompa a hervir, entonces baja el fuego y continúa la cocción sin dejar de remover hasta que las natillas espesen (espesa menos que la crema pastelera). Retira la vainilla y la piel de limón.

Entonces vierte la preparación en ramequines, vasitos o cuencos de postre y deja enfriar. Ya sabes que para evitar que se forme una película en la superficie, puedes cubrir las natillas a piel con film de cocina. Deja enfriar y reposar en la nevera.

Acabado y presentación

¿Cómo te gusta comer las natillas? Solas, con una galleta, con canela espolvoreada, con fresas… Sírvela a tu gusto y al de tus comensales. ¡Buen provecho!

Abreviaturas
c/s = Cuchara sopera
c/p = Cuchara de postre
c/c = Cuchara de café
c/n = Cantidad necesaria

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