Hace apenas un par de semanas hablábamos sobre el riesgo de probar o comer la masa que elaboramos para galletas, bizcochos y otros dulces de repostería, antes de pasar por el horno, es decir, cruda. Y es que, aunque a muchos de vosotros os sorprenda, a muchas personas les gusta más ir pellizcando la masa antes de hornear que comerse después las galletas (o lo que corresponda). Es por ello que habréis visto en alguna ocasión dulces como los helados con sabor ‘masa de galletas’.
El caso es que comer o probar la masa de repostería, que normalmente incluye huevos, harina, azúcar, mantequilla u otra materia grasa… puede ser un riesgo para la salud, y no es porque la harina cruda sea indigesta, como creen algunas personas, sino porque el huevo crudo puede transmitir la salmonella, y porque la harina cruda puede contener Escherichia coli.
Claro, en la industria alimentaria han buscado satisfacer la demanda de quienes quieren disfrutar del sabor de la clásica ‘cookie dough’ o masa de galletas cruda, pero con una fórmula segura, o sea, que utilizan harinas procesadas térmicamente y huevos pasteurizados. Y a nivel doméstico también se puede hacer una masa de galletas comestible cuando está en crudo, con el sabor de la mantequilla, de los chips de chocolate, del azúcar… pero sin la harina cruda. Además, hay tantas recetas de galletas que se pueden hacer sin huevo…
Así que si estáis en el grupo de personas que disfrutan comiendo masa de galletas antes de hornearla, queremos que sepáis cómo hacer una masa comestible y segura de galletas, la popular ‘cookie dough’ que se come cruda, y comprobaréis que la solución es muy sencilla y que, además, resulta aún más sabrosa. Y es que el truco está en tostar la harina, como hacemos los polvorones, de modo que la harina ya no está cruda, está tratada térmicamente y puede consumirse sin problema.
Sobre estas líneas podéis ver el vídeo de America’s Test Kitchen, un short que muestra en menos de un minuto la receta de la masa de galletas cruda que se puede comer, que asegura que está deliciosa y que no representa ningún riesgo para la salud porque no incluye ni huevo ni harina cruda.
Los ingredientes para hacer una pequeña ración de cookie dough son dos cucharadas de harina, una cucharada de mantequilla, una cucharada de azúcar moreno, una cucharada de chispas de chocolate, una cucharadita de leche, unas gotas de extracto de vainilla y una pizca de sal. La harina debe tostarse previamente para que deje de estar cruda y, con ello, además de sumar sabor, se evita que esté contaminada con Escherichia coli. Aunque en el vídeo mencionan cocinarla en el microondas, nosotros preferimos tostarla en el horno o en sartén y este último recurso es más rápido y fácil de controlar.
Para terminar, hay que mezclar todos los ingredientes y la masa de galletas está lista para formar las piezas y ‘hornear’ mientras tranquilamente se saborean pellizcos de masa ‘cruda’. Esta preparación puede servir para hacer diversos postres, desde un helado a unas crepes rellenas, ¿qué os apetece?