Es posible que sólo por navegar por blogs y redes sociales, ya os salgan las torrijas por las orejas y que, aún así, no tengáis muy claro qué torrijas hacer para estos días y, lo más importante, cómo hacerlas obteniendo el resultado esperado. Pues no hay que darle muchas vueltas, nuestras madres y abuelas nos hacían las torrijas con el pan que tenían de días anteriores, no compraban ni hacían ningún pan especial (aunque el pan de entonces no es el que más consume a día de hoy la población, el de los supermercados), utilizaban leche, vino, huevos, azúcar, canela… todo a ojo, y cómo disfrutábamos de esas torrijas en Semana Santa, ¿verdad?
Para quien necesite unas sencillas instrucciones para elaborar este dulce típico de estas fechas, a continuación os explicamos cómo hacer las tradicionales torrijas de leche y torrijas de vino, son recetas fáciles que todos hacemos bien, y es que, al fin y al cabo, la torrija es un dulce que nació fruto de la necesidad, y es ideal para aprovechar el pan que se pone duro, aunque a día de hoy, se elaboran más por placer y por satisfacer al paladar. En cualquier caso, son un dulce muy económico y está para chuparse los dedos (con ese azucarillo que se queda pegado…), pero no olvidemos que las torrijas son muy energéticas, una fritura cargada de azúcar, por lo que lo mejor es comerlas con moderación.
Receta de torrijas de leche
Ingredientes
1 barra de pan de un día o dos antes
750 mililitros de leche
160 gramos de azúcar más la cantidad necesaria para después espolvorear las torrijas
1 trozo de piel de limón
1 ramita de canela
½ vaina de vainilla
3-4 huevos L
aceite de oliva virgen extra de sabor suave para freír.
Elaboración
Pon en un cazo la leche con el azúcar, la piel de limón, la canela y la vainilla para infusionarla. Cuando rompa a hervir, apaga el fuego, tapa el cazo y deja reposar hasta que la leche se enfríe, después cuélala y ponla en un recipiente que te resulte cómodo para ir mojando las rebanadas de pan.
Bate los huevos hasta que espumen un poco y añade dos o tres cucharadas de leche infusionada, vuelve a batir. Corta el pan en rebanadas de unos dos centímetros y pon abundante aceite en una sartén para freír, pero que no esté muy caliente.
Baña las rebanadas de pan en la leche, dales la vuelta para que se impregnen bien pero que no chorreen. Según lo seco que esté el pan, el tipo de pan, si gustan las torrijas muy empapadas… el tiempo de remojo de las rebanadas puede variar, adaptarlo a vuestro gusto.
Después de pasar el pan por la leche, pásalo por el huevo batido y de ahí a la sartén. Fríe las torrijas por los dos lados hasta que estén doradas, y cuando las retires, ponlas sobre papel de cocina absorbente para retirar el exceso de aceite.
Una vez que las torrijas de leche están fritas, espolvorea azúcar que, si lo deseas, puedes mezclar con canela en polvo. Hay quien dice que las torrijas se deben comer recién hechas, y quien piensa que las torrijas tradicionales al día siguiente están aún mejor, ¿tú qué opinas?
Receta de torrijas de vino
Ingredientes
1 barra de pan sentado (de uno o dos días antes)
700 mililitros de moscatel (puedes rebajarlo con agua, y puedes utilizar el vino que desees)
4 huevos L
c/n azúcar y canela para rebozar
c/n aceite para freír (de oliva suave o de girasol).
Elaboración
Pon el vino moscatel en un recipiente un poco alto, añade un poco de agua si lo deseas rebajar. Corta la barra de pan en rebanadas al bies y mójalas en el moscatel, dales la vuelta para que se empapen bien, pero sin que se deshagan. El tiempo de remojo puede variar según lo seco que esté el pan, si tiene la miga muy densa, etc.
Bate los huevos en un recipiente que te resulte cómodo para introducir las rebanadas de pan y prepara otro plato con el azúcar y la canela para rebozar las torrijas de vino una vez que estén fritas.
El proceso es igual que con las torrijas de leche, una vez que el aceite esté caliente (pero no en exceso), pasa las torrijas previamente mojadas en el vino por el huevo batido y seguidamente a la sartén. Fríe hasta que las torrijas estén doradas por los dos lados y cuando las retires, ponlas sobre papel de cocina absorbente.
Finalmente, pasa las torrijas de vino por el plato de azúcar y canela para rebozarlas.