Hoy nos detenemos para ver un vídeo en el que nos enseñan cómo hacer huevos crujientes. Parece mentira cómo puede llegar a gustar tanto algo tan sencillo como es la yema de huevo fluida, de hecho, para muchos es la mejor salsa, ¿quién se resiste a mojar pan en la yema de un huevo frito?
El huevo crujiente cuya elaboración podréis ver a continuación en el vídeo Crispy Eggs del cocinero Byron Talbott, no es un huevo frito, es un huevo escalfado que posteriormente pasa por una breve fritura para hacerle el rebozado que le otorgará la textura crujiente. Es muy fácil de hacer y una verdadera tentación, estamos deseando probarlo, ¿y vosotros?
Es buen momento para recordaros otra versión de un huevo crujiente que elabora el chef Ricard Camarena, podéis ver su receta de Huevo frito con emulsión de tocino. En este caso el huevo se cuece con su cáscara, a baja temperatura, sólo es necesario mantener el huevo en un cazo con agua a 63º C durante 55 minutos. Después el huevo se pela, se sazona y se reboza con panko, y se fríe durante 20 segundos en abundante aceite caliente.
Ya nos contaréis qué versión os gusta más, ahora podéis dejaros tentar por el vídeo de los huevos crujientes de Byron Talbott.
Los ingredientes necesarios para hacer los huevos crujientes son pan rallado, que se puede comprar o hacer en casa, hierbas aromáticas como el romero, el tomillo o el perejil, harina, huevos, sal y aceite para freír.
La recomendación es hacer el pan rallado fresco, triturándolo con las hierbas aromáticas y añadiéndole una pizca de sal. Este pan además de sabroso quedará muy crujiente al freírlo, pero antes se debe secar en el horno unos 10 o 15 minutos a unos 150º C.
Una vez preparado el pan para el empanado, se debe hacer los huevo poché de forma tradicional, aunque quien tenga dificultades también podrá hacerlos en film, como os contábamos aquí. Los huevos escalfados deben secarse bien con un paño de cocina o papel absorbente, después se pasan por harina, por huevo batido y por pan rallado dos veces, así se obtiene una mayor cobertura y más crujiente.
Finalmente los huevos se fríen en abundante aceite a unos 175º C hasta que se dore la superficie y quede crujiente, unos dos minutos. Hay que conseguir que la yema se mantenga fluida, así que no conviene que los huevos estén mucho tiempo en el aceite. Al retirarlos del aceite se deben posar sobre papel de cocina absorbente para desechar el exceso de aceite.
El cocinero anima a hacer estos huevos para el desayuno del fin de semana, pero también puede ser un buen aperitivo o un elemento más de un plato, desde una crema de setas o verduras, a una ensalada. ¿Qué os parece?
1 comentarios
Era lo que buscaba un poche crujiente para dar un toque diferente a una parmentier con setas 👍