Cómo hacer granola sin horno, una receta fácil, saludable y nutritiva, ideal para los desayunos de verano

Seguramente todos conocéis bien qué es el muesli, aunque quizá ahora no está muy de moda, años atrás se consideraba entre las mejores opciones de cereales de desayuno, pero en realidad, con lo que hoy se sabe, no lo era si se compraba en el supermercado, pues como el resto, es una preparación rica en azúcares añadidos. Ahora está muy de moda la granola, que es algo similar al muesli, pero se suele hacer en el horno y básicamente lleva avena, frutas y frutos secos, y algo de miel o siropes naturales. Próximamente podemos hablar de las diferencias entre el muesli y la granola, ahora lo que queremos es que toméis nota de una receta básica de granola que además de deliciosa, es muy fácil de hacer, es saludable y no necesita horno.

Estamos seguros de que os va a encantar en cuanto lo probéis, pues es una mezcla muy sabrosa y crujiente, exquisita para tomar con yogur, con leche o bebida vegetal… e incluso a cucharadas, pero habrá que resistirse porque aunque es sano, es muy energético. Así que a continuación os explicamos cómo hacer granola sin horno, una receta fácil, saludable y nutritiva, ideal para los desayunos de verano (y de cualquier otra estación, lo decimos porque en verano es cuando menos apetece encender el horno), sólo necesitaréis tres ingredientes, una mezcla de frutos secos al gusto, copos de avena y sirope de dátiles o miel, y 15 minutos de sartén. Más adelante compartiremos otras recetas de granola deliciosas, no faltarán algunas con chocolate.

Ingredientes

  • 100 gramos de frutos secos naturales (almendras, avellanas, nueces, cacahuetes, piñones...)
  • 150 gramos de copos de avena gruesos
  • 50-70 gramos de sirope de dátil.

Elaboración

Nuestra selección de frutos secos para esta granola han sido avellanas, cacahuetes, piñones, anacardos, almendras enteras y almendras laminadas. Se pueden añadir nueces, pistachos, coquitos, semillas como las de calabaza o de girasol… siempre en crudo.

Los frutos secos enteros se deben trocear groseramente a cuchillo, si como en nuestro caso, utilizáis almendras laminadas o tenéis almendras en granillo, como serán más pequeñas que los frutos secos picados a cuchillo, será necesario tostarlas por separado.

Así que, para empezar, en una sartén antiadherente grande, colocada en el fuego a temperatura media o media-baja, tuesta los frutos secos troceados a cuchillo, a nosotros nos gustan un poco grandecitos. Ve removiendo con la espátula constantemente para que se tuesten de forma homogénea.

Cuando estén casi en el punto de tostado deseado, pasa los frutos secos a un plato o bandeja bien extendidos para que se enfríen rápidamente, ten en cuenta que el calor residual hará que aún se cocinen un poco más, estarán más tostados y crujientes.

Con la sartén bien limpia, y sin necesidad de engrasar, tuesta a continuación la almendra en láminas o en granillo si la utilizas, con los mismos cuidados que antes. Cuando esté tostada, viértela sobre los frutos secos repartiéndola. Finalmente, tuesta también por separado la avena, a fuego suave, con movimiento constante, hasta que esté crujiente.

En ese momento, retira la sartén del fuego, con su propio calor será suficiente para terminar la granola. Añade el sirope de dátiles y los frutos secos y mezcla rápidamente para que todo se impregne con el ingrediente dulce. La cantidad la podéis variar al gusto, para nosotros resulta muy equilibrado así.

Acabado y presentación

Vierte la granola sobre una bandeja o simplemente sobre papel vegetal en la encimera, y extiéndela bien para que se enfríe rápidamente y quede suelta y crujiente. Una vez fría, puedes introducirla en un tarro con tapa hermética y ya está lista para los desayunos y meriendas. ¡Buen provecho!

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