Nos encanta el ajo asado, siempre que encendemos el horno para cocinar, aprovechamos para asar alguna o algunas cabezas, pues después incluimos dientes de ajo asados a distintas recetas, purés, sopas, salsas, sofritos, rellenos, etc. No obstante, a veces queremos hacer algún plato e incluirlo, y nos encontramos con que no nos queda ni un diente.
En esos casos lo que solemos hacer es ajo frito, lo pelamos y lo laminamos y lo hacemos en una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego suave hasta que está dorado. No es lo mismo un ajo asado que un ajo frito, pero también nos encanta su sabor. De todas formas, la próxima vez vamos a recurrir al truco de asar ajos en una sartén en 15 minutos (en el horno tardan una media hora aproximadamente).
Bajo estas líneas podéis ver el vídeo en el que se muestra cómo hacer ajos asados en 15 minutos y sin necesidad de encender el horno. Simplemente es necesario disponer de una sartén de hierro colado (también se puede hacer en sartenes de otro material, aunque cuando cocinas en recipientes de hierro se nota la diferencia) u otro recipiente apropiado, un poco de aceite de oliva virgen extra y los ajos.
Para empezar, hay que separar los dientes de una cabeza de ajos, o de la cantidad que se desee cocinar. Los dientes deben mantenerse con su piel, lo que se conoce como un ajo ‘en camisa’. Como os comentamos en su momento, cocinar el ajo de este modo tiene distintos objetivos según la receta y el método de cocción, pero lo más destacado es que cocinar el ajo en camisa permite que se haga como un papillote, se cocina en su propio jugo llegando a caramelizar.
En la sartén de hierro se ponen los ajos con su piel y se pulveriza un poco de aceite de oliva virgen extra, después es cuestión de dejarlo en el fuego durante unos 15 minutos, moviéndolos de vez en cuando, hasta que estén tiernos en su interior, y algo tostados en su exterior. Conviene utilizar una temperatura no muy elevada para evitar que la piel se queme antes de que se haya cocinado el diente de ajo, teniendo en cuenta, además, que el hierro necesita poco fuego para calentar mucho y de manera uniforme.
Poner la tapa en la sartén al inicio de la cocción también ayudará a que se concentre más el calor, como en un horno, y con ello, se favorecerá la cocción de los dientes de ajo. Cada cocinero podrá jugar con la temperatura y el grado del asado de los ajos, pues si se le da más tostado desprenderá más ese sabor, mientras que si se hace de forma más suave se puede conseguir mayor caramelización.
En cualquier caso, esperamos que este truco de cocina os resulte útil y práctico. Y si no os habéis aficionado a incluir ajo asado en el horno en vuestras recetas, os recomendamos que lo hagáis, por ejemplo, empezad probando este paté o esta salsa, están para mojar pan.