Cuando tenemos que guardar parte de un pastel que hemos empezado pero no vamos a terminar, tenemos distintas opciones, hay varias formas de hacerlo intentando preservarlo lo más fresco posible, así que vamos a ver cómo evitar que un pastel se reseque. Lo normal es que los pasteles tengan lácteos y otros ingredientes que necesitan refrigeración, por lo que un pastel empezado dejará al aire el bizcocho en un medio que favorece que se seque y endurezca, aunque a temperatura ambiente sucedería también.
Quizá lo más habitual es introducirlo en un tupper o un recipiente similar que lo aísle, también puede ser común cubrir el pastel con film transparente, pero si tiene cremas en su cobertura, habrá que cubrirlo de forma holgada, por ejemplo poniendo unos palillos, de este modo no se evita que el aire reseque el bizcocho.
A ver qué os parece la idea que hemos encontrado en el blog Created by Diane, para que un bizcocho o un pastel empezado no se seque o se endurezca, evitando así tener que cortar y desechar la parte que se ha endurecido o que alguno de los comensales tenga que comer esta porción que ha perdido parte de su jugosidad.
Como podéis contemplar en la foto superior, se trata de tapar el corte del pastel con unas rebanadas de pan de molde, el pan se puede cortar a la medida deseada y para sujetarlo, es tan sencillo como pincharlo con unos palillos.
Gracias a que el corte de la tarta está cubierto con el pan, mantendrá su humedad y su jugosidad. Claro, el pan se secará, pero no es lo mismo dejar que se estropee un buen pastel. Además, si el pan se seca se puede utilizar para hacer pan rallado, por ejemplo (si no se llena mucho de nata, chocolate o los ingredientes cremosos que contenga el pastel. En ese caso también hay solución, ¿quién no ha desayunado alguna vez leche migada con pan?
No olvidéis que además de utilizar este truco para evitar que el pastel se seque, conviene taparlo para que no adquiera olores y sabores de otros alimentos que haya en el frigorífico.