Con el lema #NotWasting la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) quiere que todo el mundo se conciencie sobre el problema del desperdicio alimentario e inicie el año 2018 con el propósito de no desperdiciar alimentos. Pero para empezar a calentar motores y adquirir conciencia, nada mejor que practicar en estos días festivos, días en los que el exceso de comida es la tónica dominante y también son días en los que más comida se tira a la basura.
Por ello, la FAO ha dado a conocer unos consejos sencillos que ayudarán a saber cómo evitar desperdiciar comida en las fiestas navideñas, consejos que se podrán aplicar a lo largo de todo el año y que ayudarán a cumplir el propósito antes indicado. Recordemos que se han realizado algunos estudios sobre el desperdicio de comida en Navidad, podemos citar por ejemplo este de 2014 elaborado por Unilever, en el que se concluía que en el Reino Unido, un 10% de la comida navideña terminaba en la basura. Los participantes del estudio reconocían que servían demasiada comida, algo que ocurre también en otros países donde se celebra la Navidad, es como si el hecho de que no hubiera abundancia significara que no se tratase de una comida especial.
La FAO explica que en muchas partes del mundo donde se celebran las fiestas de Navidad se preparan comidas especiales y la tónica dominante es la abundancia, por lo que irremediablemente aumenta el desperdicio de alimentos. Y no sólo son los alimentos lo que se desperdicia, también todos los recursos que han sido necesarios para producirlos y cocinarlos, trabajo, dinero, recursos energéticos, tierra, agua, etc., el desperdicio es mucho mayor de la percepción inicial que se pueda tener.
A los consejos que ha proporcionado la FAO anteriormente para reducir el desperdicio de alimentos, se le suman estas seis recomendaciones que son más concretas y que servirán para reducir el derroche de alimentos en estos días, aunque como hemos comentado, se deben seguir durante todo el año porque siempre hay algún motivo especial para celebrar una comida de celebración. El primer consejos es planificar con antelación la comida, hay que ser realistas, si van a comer seis personas no hay que preparar comida para diez, con ello ahorraremos tiempo, dinero y evitaremos comida sobrante que puede acabar en la basura.
El segundo consejo es guardar las sobras o repartirlas entre los invitados, animándoles a que se las lleven a su casa y repitan disfrutando de la rica comida que se les ha preparado. Claro, que este es un consejo que, según la confianza, las circunstancias u otras razones, va a ser difícil de seguir, por lo que será necesario guardar la comida sobrante. En este sentido, resultará interesante conocer estos consejos para poder guardar las sobras con seguridad.
La comida sobrante debe consumirse al día siguiente, ya sea recalentándola o transformándola en nuevas recetas que resultarán más apetecibles en algunos casos, la FAO comenta que en internet podemos encontrar muchas recetas creativas para aprovechar todo tipo de sobras, incluso para aprovechar el pan duro. La FAO recomiendo guardar la comida sobrante en la nevera y consumirlas lo antes posible, de hecho, aconseja terminar las sobras antes de preparar cualquier nueva comida. Seguramente a muchos les ha pasado, al día siguiente en vez de consumir las sobras, optan por preparase otra comida porque sencillamente no les apetecen, esto es un factor de riesgo que puede provocar que al final esas sobras terminen en la basura. Por tanto, seguir la regla de consumir lo que ya estaba preparado, ayuda a reducir el riesgo de generar desperdicios. Además, la FAO recuerda que hay que evitar recalentar por segunda vez una comida y si no se termina, volverla a poner en la nevera.
A la hora de la comida en la mesa de Navidad se recomienda que los invitados se sirvan su plato, porque de este modo la probabilidad de que se coman todo y no dejen restos es mayor. Cierto es que en un día festivo lo ideal es servir a los invitados, pero el anfitrión suele pecar de poner más comida de la que el comensal comería, por lo que el riesgo de que quede comida en el plato y termine en la basura es elevado. La opción ideas es, por tanto, que el anfitrión pregunte a cada comensal cuánta comida quiere.
El último consejo de la FAO está relacionado con el exceso de las compras navideñas, recomienda donar lo que no se use a organizaciones benéficas, pero siempre hablando de alimentos no perecederos. En estas fiestas navideñas, muchos tienen su despensa a rebosar y han gastado bastante dinero para ello, por lo que merece la pena recordar que el desperdicio de comida es desperdicio de dinero.