Aunque cuando se cocina para el público, en televisión, en congresos, en talleres de cocina… se procuran hacer todos los procesos de la forma más correcta posible, cuando uno cocina en su casa para sí mismo y para su entorno más cercano, la cosa suele cambiar. Es habitual que se procure ahorrar tiempo y ensuciar menos cacharros de cocina para, después, tener menos que limpiar. Sin ir más lejos, en casa no utilizamos un colador para escurrir la pasta, la escurrimos sin sacarla de la olla, poniendo la tapa sin encajar, volcándola y dejando que el agua caiga en forma de hilo.
Ni es la mejor forma de escurrir pasta, ni la más cómoda, ni la más segura… pero es una forma muy rápida de hacerlo, además, permite recuperar el agua de la cocción que necesitaremos posteriormente para que la salsa tenga la densidad y adherencia con la pasta necesaria. Como comentábamos, este sistema no lo recomendamos por varios motivos, pero ya sabéis, todos pecamos en alguna ocasión de aquello de “haz lo que yo diga, pero no lo que yo haga”.
El caso es que tenemos un escurridor de acero inoxidable diseñado para escurrir lo que hemos cocinado en ollas y cazuelas, similar al que podéis ver aquí, pero tampoco lo utilizamos, en parte, porque según cuánto tengas que volcar la olla, se puede caer la pasta o lo que contenga la olla. No obstante, debemos reconocer que es un utensilio práctico.
De todas formas, hoy queremos compartir con vosotros otra forma de escurrir la pasta en la misma olla en la que se ha cocinado, es decir, sin tener que pasarla primero al colador y, después, del colador a la sartén o a la misma olla. En este caso es ideal para cuando se hace poca cantidad y se utiliza un cazo, además, es necesario disponer de un colador del tamaño adecuado para que encaje con el cazo.
Dicho sea de paso, que servirá para escurrir la pasta y para cualquier verdura, legumbre, arroz… que se haya cocido en agua. Podéis verlo en la foto sobre estas líneas, el colador se coloca del revés en el cazo, de modo que la parte cóncava queda en el interior, así, cuando se vuelca para escurrir la pasta, no se pasa al colador, éste hace exclusivamente de filtro para que pase el líquido.
Al realizar este proceso es interesante recordar recuperar el líquido necesario para la receta en cuestión o para otra elaboración culinaria, y también hay que tener en cuenta que la pasta vuelve escurrida a una olla que está caliente, y que hay que trabajarla enseguida para que no se quede pegada, no se puede dejar la pasta escurrida en la olla caliente mientras se hace la salsa, como si nada.
Como mínimo, habría que aderezarla con aceite de oliva virgen extra para engrasarla y que esta película de grasa evite que la pasta se pegue y se seque, ahora bien, lo que no evita es que el propio calor que tiene tanto la pasta como el cazo continúe cociendo la pasta y deje de estar al dente cuando se vaya a servir. Ya sabéis que la pasta debe finalizar la cocción cuando la salsa ya está preparada, y una vez realizada la mezcla, el comensal ya debe estar en la mesa esperando el plato, o si es la comida para uno mismo, debe servirse la pasta e inmediatamente a comer, la cocina ya se recogerá después.
Ya nos contaréis si este truco sobre cómo escurrir la pasta sin sacarla de la olla, haciendo uso de un colador, pero al revés, os parece útil y práctico. También estará bien que nos contéis cuáles son vuestros trucos en la cocina para ahorrar tiempo y ensuciar menos cacharros cuando nadie os ve.
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