Quien prepara habitualmente pinchitos, brochetas, kebabs, yakitoris… es decir, alimentos troceados o preparados para ensartarlos en un palito de madera o de acero inoxidable para después cocinarlos, seguramente en más de una ocasión ha estado a punto de pincharse o lastimarse por no controlar la fuerza con la que se pincha el alimento, por ejemplo. Lo normal cuando se hacen unos pinchitos de carne es sujetar con una mano la brocheta y con la otra el alimento, es por ello que, al hacer fuerza con el palito para atravesar la carne, puede resbalar por estar marinada, uno se puede hacer daño en los dedos.
Hoy vamos a ver un truco para evitar que esto suceda, y es muy sencillo, para ello sólo necesitamos media cebolla, como podéis ver en la foto que ilustra estas líneas. Y quien dice media cebolla, dice media manzana, media patata… sería cuestión de valorar un alimento que después se pueda aprovechar aunque se pinche y se manche, que se pueda cocinar.
Bajo estas líneas vais a ver cómo ensartar la carne en la brocheta sin riesgos de haceros daño en las manos con el palito, aunque la foto ya es muy clara, la imagen en movimiento os ayudará a verlo más claro. Es tan sencillo como colocar el trozo de carne que hay que ensartar sobre la cebolla y desde arriba, clavar la brocheta, se pinchará la cebolla, pero no demasiado si se controla la fuerza.
Quienes tengan la lágrima fácil con las cebollas quizá preferirán optar por alguna de las otras opciones mencionadas, como la patata o la manzana, y aunque hablamos de unas brochetas de carne, este truco sirve también para hacer brochetas con otros ingredientes, como verduras, algunas de ellas cuestan más de atravesar con el palito que otras.
Este truco puede ser utilizado tanto para los que se inician en la cocina como por los expertos, pues de los accidentes no se libra nadie. Y si a vuestros hijos les gusta ayudaros en la cocina, ahora no tendrán que dejar este paso de la receta en manos de un adulto, pues no correrán riesgos de hacerse daño con la brocheta. Esperamos que os resulte un consejo práctico, y si tenéis algún otro truco para hacer unas buenas brochetas, no dejéis de compartirlo.
Foto | J. Kenji López-Alt