Muchas personas realizan las compras de alimentos y productos para Navidad unas semanas antes de las festividades con el propósito de evitar las subidas de precio que realizan los comerciantes. Semana a semana, a medida que se acercan las fiestas navideñas se puede apreciar que en algunos alimentos, como por ejemplo el jamón ibérico, el precio va cambiando e incrementándose. Esto ocurre con muchos productos estrella de la mesa navideña. Por cierto, el año pasado la OCU realizó este estudio en el que se concluía que los supermercados más baratos eran los que más subían los precios en Navidad, veremos si ocurre lo mismo este año.
El pavo es una de las carnes que suelen formar parte de la cena de Nochebuena o de la comida de Navidad, y comprarlo unas semanas antes obliga a congelarlo. Hasta aquí, todo correcto, pero ¿se descongela después también correctamente? Para dar respuesta a esta pregunta hemos creído interesante recordar las normas sobre la manipulación de alimentos, ya que esta es una parte muy importante para garantizar la calidad y seguridad del proceso, de ello hablábamos aquí. Además, queremos compartir con vosotros las directrices que proporciona el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) sobre cómo descongelar un pavo de forma segura a fin de evitar la proliferación de las bacterias que estaban presentes en el producto antes de que se iniciara el proceso de congelación.
Los métodos propuestos para la descongelación son la nevera, el agua fría y el microondas, aunque el método principalmente recomendado es el primero. Y es que como bien sabemos, el método más seguro para descongelar un alimento o una comida es pasarla del congelador a la nevera, el proceso es más lento, pero cuando hablamos de salud, el tiempo no es lo más importante. Dependiendo del peso y tamaño del pavo, el proceso puede durar entre uno y cuatro días, lo que obliga a ser previsores y calcular el inicio de la descongelación.
El segundo método sobre el que el USDA ofrece consejos para descongelar un pavo entero es el uso de agua fría, en este caso se coloca el pavo, sin sacarlo de su envoltorio, en el interior del fregadero, posteriormente se llena de agua fría para mantener una temperatura más o menos constante y segura. Es necesario renovar el agua para la descongelación cada 30 minutos, y hay que tener en cuenta que un pavo de siete kilos tardará en descongelarse unas ocho horas, por lo que hay que calcular cuándo se ha de iniciar el proceso para poder cocinarlo y servirlo a tiempo. Es muy importante tener en cuenta que una vez descongelado, se debe proceder inmediatamente a su preparación y cocinado.
El tercer método propuesto es el uso del horno microondas, en este caso se recomienda leer las instrucciones para conocer los minutos de descongelación que son necesarios por cada kilo de alimento, así como la potencia que se ha de aplicar en el proceso. Estos son datos importantes, ya que evitarán que algunas partes se puedan cocer. Hay que retirar el envase, colocar el pavo en un plato para que recoja los jugos resultantes de la descongelación, la regla o norma general son seis minutos por cada ½ kilo de peso aproximadamente.
Durante el proceso, hay que asegurarse de que el plato giratorio funciona correctamente y el pavo no se queda atascado quedándose inmóvil en el interior del aparato, será necesario en varias ocasiones cambiar la posición de la pieza, dándole también la vuelta durante todo el proceso de descongelación. Si vemos que el pavo empieza a cocinarse, hay que retirarlo del microondas y esperar unos cinco minutos antes de reanudar la tarea de descongelado. Una vez finalizada la operación se ha de proceder a prepararlo y cocinarlo inmediatamente.
El USDA no recomienda utilizar ningún otro método, ya que comprometería la seguridad del producto, a continuación podéis ver una infografía escueta sobre los tres métodos de descongelación propuestos.