Los huevos escalfados no siempre nos quedan como nos gustaría, son varios los factores que hacen que no quede una clara cuajada recogidita, redondeada u ovalada, albergando en su interior una yema fluida que hace las delicias de quienes se lo comen. En buena parte depende de los huevos, de su frescura y calidad, y al respecto es difícil poder hacer algo, por eso, quizá, a menudo se opta por hacer los huevos flor, porque la buena presentación está garantizada.
Recordad que el huevo flor es el huevo poché o pochado que se hace envuelto en film de cocina transparente, os lo explicábamos en este post, donde además tenéis acceso a la explicación para hacerlo paso a paso, incluso poco después os explicamos cómo hacer un huevo flor en el microondas.
Pero no a todos les gusta hacer así los huevos, porque es como hacerlos en un molde y pierden su encanto, incluso la textura que adquiere la clara es diferente. Por eso vamos a compartir un buen consejo para conseguir un huevo escalfado perfecto, al menos con una forma más presentable, sin la clara deshilachada o desperdigada, abandonando a su yema al sumergirse en el agua.
Como ya hemos comentado, de ello es responsable la frescura del huevo, y es que a medida que avanzan los días desde la puesta de la gallina, más acuosa se torna la clara porque pierde ovomucina, la proteína fibrosa de la clara que contribuye a su viscosidad. Si cascáis un huevo que hayáis comprado en el supermercado, veréis que la clara parece tener dos consistencias, y es la más líquida la que estropea el huevo cuando se va a escalfar.
Así que el truco para hacer un huevo escalfado más atractivo, si no se parte de un huevo muy fresco, es deshacerse de esa parte de clara más acuosa, y la forma de hacerlo es muy sencilla, basta con pasar el huevo por un colador o por una espumadera (aunque en esta hay que tener más cuidado para que no se resbale) antes de ponerlo a cocer. Los agujeros del colador permitirán que fluya la parte de clara acuosa, mientras que contendrá la clara que está más espesa y que al introducirse en el agua de cocción quedará unida a la yema, y fácilmente la envolverá.
Por lo tanto, antes de escalfar un huevo primero se cuela, después se pone en una taza o cuenco pequeño para dejarlo caer con suavidad al agua de cocción. En el agua de cocción se añade aproximadamente un 10% de vinagre, nada de sal, pues no debe hervir a borbotones. Pasados unos tres minutos el huevo estará hecho, entonces se escurre y se posa sobre papel de cocina absorbente para retirarle el agua. Si ha quedado un poco de clara descontrolada, se puede cortar con las tijeras para perfeccionar la presentación. No será difícil obtener un huevo escalfado como el de un chef profesional. Os dejamos un vídeo bajo estas líneas que también os puede ayudar, probadlo y nos contáis.
Foto | Zach Desart