Desde hace años, el aceite de oliva se ha investigado ampliamente, a partir de los resultados de estas investigaciones se ha constatado que tiene numerosos beneficios para la salud cardiovascular, reduce el riesgo de osteoporosis, es preventivo contra el cáncer, cuenta con componentes antiinflamatorios que podrían ayudar a reducir el dolor de músculos y articulaciones, retrasa el deterioro mental, mejora el sistema inmunológico, reduce el riesgo de diabetes e incluso podría ayudar a quienes quieren reducir de peso.
Hoy conocemos que un grupo de investigadores de Virginia Tech (Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Estados Unidos)), ha descubierto cómo ayuda el aceite de oliva en la pérdida de peso y cómo actúa en la prevención de la diabetes tipo 2. En investigaciones anteriores ya se había sugerido que el aceite de oliva podía ayudar en la reducción de peso, pero no se sabía por qué, los investigadores comentan que se sabía muy poco sobre qué compuestos específicos e interacciones bioquímicas contribuyen en dichos beneficios.
En este nuevo estudio se ha podido arrojar más luz sobre esta cuestión, los expertos han identificado qué compuestos son los responsables de brindar al aceite de oliva estos dos beneficios mencionados. El compuesto se denomina oleuropeína, componente fenólico presente en la pulpa de las aceitunas verdes y en las hojas del olivo que, por supuesto, también se encuentra en el aceite de oliva extra virgen, siendo responsable de otorgar al aceite ese característico sabor amargo. Este compuesto tiene funciones antidiabéticas y promueve la secreción de insulina estimulada por la glucosa (GSIS) en las células β (beta), un tipo de células del páncreas que se encargan de sintetizar y segregar la insulina para controlar el nivel de glucosa en sangre.
Los investigadores comentan que también han descubierto que la oleuropeína, tiene la capacidad de inhibir la citotoxicidad inducida por los amiloides de amilina, una hormona peptídica secretada por las células beta pancreáticas al mismo tiempo que la insulina. Este compuesto ayuda al organismo a producir más insulina, facilitando la regulación del metabolismo y permitiendo que las células usen el azúcar para obtener energía. El nuevo estudio ayuda a comprender los mecanismos concretos que contribuyen en los beneficios nutricionales y medicínales que proporciona el aceite de oliva, algo que ayudará a que las personas presten más atención a este alimento, como un aliado de las dietas y para frenar el número creciente de casos de diabetes.
En la investigación se analizaron los diferentes compuestos naturales presentes en el aceite de oliva, incluyendo los polifenoles y los flavonoides, elementos que tienen funciones antidiabéticas y se utilizan en algunos fármacos. A través de esta revisión se identificó la oleuropeína y los beneficios que ofrece a la salud, los investigadores analizaron la secreción de insulina por la oleuropeína en las células β para determinar cómo ayuda al metabolismo, también se analizó una línea celular denominada línea celular β que responde a la glucosa (INS-1) y cuya propiedad principal consiste en la sensibilidad a la glucosa, para validar los efectos de la oleuropeína.
En base a la activación de la señalización celular utilizada por otras moléculas que inducen los efectos GSIS (Gamma-Secretase Inhibitors) en células β, se llevó a cabo un enfoque farmacológico estándar inhibidor. Los expertos han demostrado que la implicación de las principales vías de la quinasa están relacionadas con el metabolismo, la proteína quinasa A (PKA), la proteína quinasa C (PKC), etc. El siguiente paso en el estudio es probar el efecto de la oleuropeína y sus componentes en el depósito pancreático de amilina amiloide, así como la regulación de la hiperglucemia en animales de laboratorio con diabetes tipo 2.
Los investigadores comentan que el descubrimiento permitirá desarrollar nuevas estrategias nutracéuticas económicas (suplementos dietéticos) para combatir la obesidad y la diabetes tipo 2. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de Virginia Tech y en este otro de la revista científica Biochemistry.