Partiendo de que nos gusta especialmente la comida crujiente (cuando le toca, claro), el borde de la pizza no es algo que desperdiciemos, pues en casa siempre solemos conseguir que nos queda tostado y crujiente, además de rico, se podría comparar con unos colines o palitos de pan. Pero hay mucha, muchísima gente que cuando se come una pizza se deja los bordes, y entendemos que no les guste, que les parezca que está soso (que lo es, en comparación con la parte de pizza con relleno) o que lo dejen por no dejar una porción de pizza.
También puede ser porque la masa de la pizza no es muy buena, y con el queso, el tomate y el resto de ingredientes no se nota pero cuando esta la masa sola, como es el caso del borde de la pizza, no se puede comer. Una solución que algunas pizzerías han encontrado para que nadie se deje el borde de la pizza es rellenarlo de queso, pero nosotros os vamos a dar otra idea que quizá os interese más.
Nos parece interesante que todos sepáis cómo aprovechar los bordes de la pizza que normalmente acaban en la basura, quizá no los podáis aprovechar si os la coméis en un restaurante o pizzería, pero sí lo haréis si la coméis en casa, sobre todo si es una pizza casera. Es un recurso que nosotros hemos tenido que poner en práctica porque también hay otros motivos por los que puede sobrar la corteza o borde de la pizza, y es que haya una niña o un niño pequeño que no se va a comer todo lo que se ha servido, y los papás siempre preferimos que se coma la parte que lleva tomate, queso, jamón, champiñones o lo que corresponda, y que se deje el borde que es sólo ‘pan’ y alimenta menos.
Pues bien, podemos dar una segunda y deliciosa vida al borde de la pizza, y es convertirlo en picatostes que después podremos servir en una ensalada César o cualquier otra, así como en una sopa, crema o puré. Para hacer unos picatostes con el borde de la pizza empezaremos cortándolos en cuadraditos o con la forma y tamaño deseados, los pondremos en un bol y condimentaremos al gusto, por ejemplo, con aceite de oliva virgen extra, orégano, un toque de pimentón ahumado…
Según qué plato vayan a acompañar estos picatostes, podremos condimentar con unas u otras especias y hierbas aromáticas, y luego es cuestión de darles de nuevo un golpe de calor para que queden crujientes (que no duros), personalmente nos gusta incorporarlos aún calientes en el plato. Podemos optar por ponerlos extendidos en una bandeja e introducirlos en el horno a unos 200º C unos cinco minutos o menos, o podemos ponerlos en una sartén y tostarlos ligeramente a fuego moderado y moviéndolos de vez en cuando. Es un buen momento para recordar que una de las mejores formas de recalentar una pizza para que quede crujiente, como os contábamos aquí, es en una plancha o sartén.
Cuando los picatostes de borde de pizza estén calientes y crujientes, se pueden servir sobre la ensalada, la crema o el plato que queramos, incluso se puede añadir un poco de queso rallado para que se funda con su propio calor y ser, simplemente, un snack para picar mientras se prepara la comida, en el aperitivo o a media tarde. Probadlo, seguramente no volveréis a tirar el borde de la pizza a la basura, y es que todo cuenta para reducir el desperdicio alimentario.