Hay muchas formas de aprovechar las claras que nos sobran cuando elaboramos recetas en las que sólo hay que incorporar las yemas de los huevos, como la crema pastelera o la crema catalana, los tocinitos de cielo o las yemas, algunas galletas, etc.
No hay que tirar las claras de huevo, son un alimento que ofrece una gran cantidad de proteínas y además son un ingrediente básico en muchas otras recetas, quizá el merengue sea uno de los más conocidos postres que se elaboran a partir de las claras montadas, pero esto no es todo.
También se pueden hacer deliciosos bizcochos o tartas con claras, además con menos cantidad de grasas pues es la yema del huevo la que las contiene. La más recomendable hasta el momento, la Tarta Sacher de Paco Torreblanca.
Otra forma en la que habitualmente incorporamos las claras es en la elaboración de una muselina o mousselina con la que napamos el pescado que después llevamos al horno a gratinar, ofreciendo así una deliciosa capa crujiente y esponjosa, como en este Bacalao con muselina de pesto y aire de limón. La muselina se puede hacer de ajo, de tomate, de coco… hay muchas variantes.
Del mismo modo, unas claras montadas que incorporemos a los huevos batidos para hacer una tortilla, nos proporcionarán mayor esponjosidad. También podemos preparar una tortilla hecha sólo con claras (es la que generalmente toman los culturistas que no deben ingerir grasas), a la que se le pueden añadir especias, daditos de queso, jamón o lo que se desee para que resulte más sabrosa.
No olvidemos que con las claras montadas también podemos hacer exquisitas mousses, sean dulces o saladas, sorbetes, como la receta de sorbete de limón… seguro que tú nos puedes dar más ideas sobre cómo aprovechar las claras.
Y recuerda que si no quieres gastar las claras al momento, se pueden congelar, nosotros nunca las hemos dejado tanto, pero dicen que se mantienen hasta tres meses.