El cambio climático tiene un impacto significativo en la producción alimentaría, varios estudios apuntan que se reducirá el rendimiento de algunos cultivos, transformándose la agricultura a nivel mundial. En este sentido merece la pena recordar esta investigación del IIASA (International Institute for Applied Systems Analysis), con la que se pretendía responder a la siguiente pregunta: ¿cómo transformará el cambio climático la agricultura mundial? Según los resultados, el aumento de la temperatura, los cambios en la pluviosidad y el incremento de CO2 en la atmósfera, son factores que tienen un efecto directo sobre el rendimiento alimentario, reduciéndose en varias zonas del planeta.
Hoy conocemos otro estudio desarrollado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts y publicado en la revista MIT Technology Review, que habla sobre cómo afecta el calentamiento global a la producción de café. Según los resultados, la producción de café Arábica está amenazada en zonas productoras de Brasil y Centroamérica, haciendo inviable su cultivo en el 80% de las tierras para el año 2050. La investigación del MIT apunta además que a nivel mundial se prevé una disminución del 50% de la producción en el mismo periodo, lo que derivará en una caída de la disponibilidad del producto y por tanto, en un aumento significativo de los precios.
Esta situación va a provocar además que se realicen muchos cambios, las grandes empresas que dependen de las producciones de Brasil y Centro América van a tener que desarrollar nuevas rutas de suministro desde los países donde la productividad será viable. Empresas como Starbucks, cadena internacional de café que se considera la más grande del mundo, está muy preocupada por los efectos del cambio climático, algo lógico teniendo en cuenta que el café es su modelo de negocio, de hecho, en el año 2013 adquirió su propio cafetal en Costa Rica para convertirlo en un laboratorio de pruebas y analizar las prácticas de cultivo que podrían facilitar la producción a pesar del cambio de temperaturas. También trabaja con agricultores de las zonas productivas para mejorar la capacidad de cultivo en climas más cálidos con el fin de intentar reducir el impacto ambiental que afectará a productores y empresas comercializadoras. Según el MIT, aunque se han logrado progresos en los nuevos cultivos, los esfuerzos están lejos de ser una solución que se aplique a nivel global. Son muchos los problemas que hay que abordar si se quiere mantener el sistema actual.
Recordemos que este tipo de cambios se van a producir también en el cultivo de otros alimentos, se puede citar como ejemplo la producción de uva para la elaboración de vino. Según los resultados de la investigación realizada por el LINCGlobal (Laboratorio Internacional en Cambio Global), perteneciente al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), muchas regiones vinícolas dejarán de ser productivas dando paso a otras regiones que no eran viables, pero que por el aumento de temperaturas se convertirán en aptas para producir y elaborar vino. Incluso se realizó un mapa en el que se mostraban las áreas adecuadas para el cultivo de uva para vino que se perderán en el año 2050, las que se mantendrán y las nuevas que aparecerán, de todo ello hablábamos aquí.
Durante los últimos 10 años Starbucks ha desarrollado una red de agricultores de todo el mundo que cultivan el café siguiendo unas normas concretas, como por ejemplo la conservación de los árboles que proporcionan sombra para proteger los cultivos, o la mejor gestión de riesgos de plagas y enfermedades, cuyo incremento guarda relación con el cambio climático entre otras cuestiones. En la actualidad, y según comenta la compañía, el 99% del café que utiliza cumple con las normas establecidas en el plan de trabajo.
El estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts apunta que las regiones de cultivo de café se extienden por un cinturón alrededor del ecuador, son más de 50 países productores, como Brasil, Vietnam, Tanzania o Indonesia entre otros. En algunos de estos países ya se ha empezado a sufrir una reducción en el rendimiento de la producción de café, en muchas plantaciones donde antes no estaban presentes determinadas enfermedades, ahora están empezando a causar estragos debido al cambio climático. Volviendo a este laboratorio de Starbucks, parece ser que se llevó a cabo un experimento hace un par de años con una variedad de café desarrollada para soportar el ataque fúngico, un tipo de cultivo que además tiene un menor crecimiento y un menor rendimiento.
En el año 2014 los agricultores de la región de Chiapas (México) perdieron el 60% de la producción de café debido a la enfermedad de la roya naranja, se creó entonces una alerta roja en la zona de los cafetales de Chiapas, Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Puebla y San Luis Potosí por el riesgo de sufrir de nuevo el ataque de la enfermedad, determinándose que el control químico no era la única solución para reducir el impacto de la plaga causada por el hongo Hemileia vastatrix. Fue entonces cuando la sede en México de la compañía empezó a distribuir las plantas de café que habían desarrollado para ser más resistentes a la acción de la enfermedad. Además ha donado 20 millones de plántulas a los agricultores afectados para que puedan reiniciar su actividad productora y comparte de forma abierta la fórmula de desarrollo y crianza de la nueva variedad.
La compañía de café ha llevado a cabo un plan para la reducción de sus emisiones de carbono, reduciendo en un 25% el consumo energético en sus puntos de venta, pero tras un éxito inicial, dichas emisiones han vuelto a incrementarse pasando de poco más de un millón de toneladas métricas en 2012 a 1.258.092 métrica toneladas en 2014, la causa de este incremento fue la energía utilizada en las plantas de tueste de café, sus tiendas y sus oficinas. Claro, que iniciativas individuales no sirven de mucho y apenas tienen impacto a nivel global.
Merece la pena recordar que las grandes compañías alimentarias han tomado pocas medidas contra el cambio climático, por esta razón, organizaciones como Oxfam Internacional les pedían hace un par de años que pusieran en marcha políticas más agresivas para la reducción de emisiones contaminantes, ya que el cambio climático pone en riesgo la cadena de suministros alimentarios y por tanto, también pone en riesgo la rentabilidad de muchas empresas, de ello hablábamos aquí.
Merece la pena leer este estudio publicado en el blog de CIAT (International Center of Tropical Agriculture), en el que se trata la reducción de la producción de café Arábica, en él se apunta que incluso las zonas productoras que se consideran más seguras, aquellas con temperaturas más frías y constantes que son óptimas para la producción de esta variedad de café, como por ejemplo zonas de África oriental, Indonesia o Colombia, podrían sufrir una caída del tercio de la idoneidad de las condiciones para la producción, por lo que no sólo hay que centrar la atención en las zonas de mayor riesgo. Como explican en este artículo de MIT Technology Review, nos enfrentamos a una disminución de la producción y por tanto, no se podrá satisfacer la demanda mundial, lo que provocará un aumento importante de los precios y la pérdida de miles de puestos de trabajo, pero estas son sólo algunas de las consecuencias.
Foto 1 | AgenciaAndes
Foto 2 | Mario Carvajal