Comfort Food

Leyendo a José Carlos Capel, nos encontramos en muchas ocasiones con términos anglosajones como Confort Food o Comfort Food. Principalmente este término está asociado a la revalorización de la cocina casera, a los sabores tradicionales, una corriente que está cada vez más presente en las cocinas profesionales. Recordemos por ejemplo los últimos locales abiertos en Barcelona, como ‘Freixa Tradició’, restaurante que dirigen los padres de Ramón Freixa, quien a su vez inaugura en Ramón Freixa Madrid, donde ofrecen cocina tradicional catalana.

Anterior a este conocíamos que Fermí Puig hacía lo propio abriendo ‘Petit Comité’ y Carles Gaig la ‘Fonda Gaig’, y también otros restaurantes han actualizado sus cartas con cocina tradicional sencillamente actualizada. Comfort food define la comida de casa, la tradicional, la que reconforta, la que tiende a proporcionar sensaciones agradables que no sólo actúan en el paladar, también proporciona una reacción emocional placentera.

En Wikipedia nos describen Comfort Food como un término referido a la comida casera, sencilla, la que habitualmente disfrutamos en el hogar o en restaurantes informales, con ingredientes económicos y fáciles de elaborar. La corriente culinaria comfort food en la restauración tiene por lo tanto beneficios por partida doble, es mucho más fácil llegar a todo el público y además, es posible reducir el precio de la carta o del menú por recurrir a materias primas de bajo coste, cosa que se ha hecho necesaria para plantar cara a la crisis. La labor la tienen en aplicar un punto de creatividad a los platos tradicionales y el conseguir los mejores puntos de cocción posibles.

Nos hace mucha gracia que en Wikipedia ofrezcan una relación de lo que consideran comfort food en distintos países, mencionando para España los huevos fritos con patatas fritas y el arroz. Seguramente muchos estaremos de acuerdo en que unos huevos fritos (con puntilla o no, según el gusto) con patatas fritas son un lujo barato y satisfactorio para el paladar, pero basándonos en que el término Comfort Food debe relacionar la comida casera con la memoria gustativa para provocar esa respuesta emocional, seguramente hace que cada uno de nosotros tengamos nuestro propio comfort food.

En muchos casos coincidiremos, sobre todo entre personas de las mismas regiones donde los platos tradicionales han sido disfrutados en casi todos los hogares, por poner un ejemplo, unos canelones caseros en nuestra casa reconfortan, proporcionan esa seguridad emocional con la que describen a la comfort food, nos hacen disfrutar y nos trasladan a otras fechas señaladas que hemos disfrutado en familia.

¿Sucedería lo mismo si nos sirvieran un plato de canelones tradicionales en un restaurante?, seguramente nos encantarán, incluso pueden parecernos excepcionales, pero no transmitirán las mismas emociones. Podemos mencionar otro ejemplo para verlo, el café con leche del desayuno. No hay nada mejor después de un viaje de varios días que llegar a casa y poder volver a acompañar nuestro desayuno con el café con leche de nuestra cafetera, que seguramente no será tan ‘buena’ como la del hotel o la de la cafetería donde hemos desayunado durante nuestra estancia fuera, pero es el café con leche que nos reconforta.

Cada uno de vosotros podéis enumerar lo que consideréis un alimento o comida que os reconforta, será interesante descubrir la influencia de la infancia y del hogar en nuestros placeres culinarios.

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