Combatir la obesidad es una de las metas que se han planteado alcanzar un gran número de investigadores de todo el mundo, el sobrepeso y la obesidad se catalogan actualmente como la epidemia del siglo XXI y ante las alarmantes previsiones sobre la salud de las próximas generaciones, es imperioso utilizar todos los medios que se encuentran al alcance para solucionar el problema. Evidentemente hay que poner en práctica un gran número de soluciones, educación nutricional, más ejercicio físico, conciencia alimentaria, etc.
Hoy conocemos una posibilidad más que permitirá reducir la obesidad, una investigación realizada por un grupo de científicos pertenecientes a la Universidad de Londres, muestra la existencia de dos proteínas celulares presentes en el sistema digestivo que son responsables de relajar el tracto digestivo con la finalidad de que pueda alojarse una comida más copiosa en él.
Cuanto más grande es el estómago, mayor es la necesidad de comer para sentirse saciado y por tanto, mayor es la cantidad de grasa que podemos acumular. Se postula una teoría, desarrollar un fármaco capaz de inhibir las proteínas y por tanto la relajación que se produce en el sistema digestivo.
Esta solución permitiría evitar la sobrealimentación poniendo veto a las medidas del tracto digestivo en las personas con obesidad mórbida, sin embargo, no se debe considerar una medida preventiva para quien solamente padece sobrepeso, la prevención del sobrepeso y la obesidad pasa por aplicar las actuaciones que hemos mencionado anteriormente.
Las medidas farmacológicas son una solución alternativa a la opción que existe más efectiva por el momento para tratar la obesidad mórbida, la cirugía de reducción de estómago mediante la banda gástrica o el bypass gástrico, entre otros.
Volviendo a la investigación, los científicos han determinado que P2Y1 y P2Y11 son las dos proteínas responsables de la relajación que sufre el tracto digestivo, según los datos que proporcionan los investigadores, esta situación permitiría pasar de un volumen de 75 milímetros en el estómago reposado, a expandirse hasta alcanzar la capacidad de albergar más de dos litros de contenido. Ambas proteínas se encuentran en las células que forman la pared gástrica y son los nervios de la pared estomacal los que las estimulan aumentando la capacidad.
Bloquear este mecanismo permitiría una reducción de la capacidad estomacal y por tanto, de la ingesta de alimentos, el resultado derivaría en una pérdida de peso. Además, si se logra descubrir como bloquear determinadas hormonas responsables de producir apetito, como puede ser la grelina, la solución sería indudablemente eficaz sustituyendo a las actuales técnicas invasivas para tratar este tipo de obesidad.
Pero como hemos dicho antes, son posibilidades que todavía no se han desarrollado, deberemos esperar a que aparezcan nuevas noticias que determinen si los nuevos fármacos que se desarrollen son efectivos y no afectan negativamente al conjunto digestivo. Esperemos que los científicos logren las metas propuestas, será un gran paso en la lucha contra esta enfermedad.
Vía | BBC
Más información | Journal of Pharmacology and Experimental Therapeutics
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