Uno de los aspectos que la industria alimentaria intenta mejorar es la información que proporcionan a los consumidores a través de las etiquetas de los productos, en este caso, entran en juego las denominadas clean labels, etiquetas más transparentes en los alimentos. Este tipo de etiquetas están concebidas para que los consumidores reciban una información más clara y más simple, de fácil comprensión.
En algunas ocasiones podemos encontrarnos con etiquetas que, para poder descifrar su información, deberíamos contar con la ayuda de un químico o un experto en alimentación. En las clean labels se limita el uso de los conceptos químicos, siendo una información accesible a todo el mundo, y las etiquetas alimentarias se muestran siempre en la parte frontal de los productos.
Ya hace un par de años que se emplea este tipo de etiquetado en otros países, como por ejemplo en Reino Unido, pero en España todavía no se ha introducido plenamente. Recordemos otras etiquetas que están al servicio del consumidor y que contribuyen a mejorarla percepción del producto, su calidad, el respeto por el medio ambiente, etc.
Tendríamos por ejemplo el etiquetado semáforo, concebido para informar a través de tres colores sobre la cantidad de grasas y azúcares que un alimento presenta o la huella del carbono, una etiqueta que nos informa sobre la contaminación generada por el producto que la incorpora, la huella del carbono se encuentra relacionada con todos los procesos por los que pasa un alimento antes de presentarse en los comercios, producción, manipulación, transporte, todos ellos suman un gasto energético que se ve reflejado en la etiqueta en cuestión.
En nuestro país, la industria agroalimentaria tiene previsto incorporar diferentes mejoras sobre el etiquetado de los alimentos envasados, según un informe elaborado por Mintel International Group, este tipo de etiquetas se van a incluir en los productos que se ofrecen en las tiendas de alimentación, además se pretende reducir o eliminar el uso de aditivos en los alimentos, para ello se utilizará el denominado concepto Junk Free.
Junk Free se aplicará para informar al consumidor de la ausencia de aditivos y conservantes en un alimento, la ausencia de estos elementos se asocia a una mayor calidad y salubridad del producto al no aportar elementos químicos a nuestro organismo. Indudablemente se hace necesaria una información completamente transparente, sencilla y efectiva para mayor comprensión de los consumidores, este tipo de actuaciones no serán bien vistas por quienes hasta ahora escondían, tras un galimatías numérico, las verdaderas sustancias contenidas en un alimento, poco a poco se mejoran aspectos de gran valor para los consumidores.