Hace unas semanas os hablamos de la ciruela Claudia, la variedad de ciruela que más nos gusta, pero la que más nos cuesta encontrar, así que tenemos el frutero lleno de ciruela Santa Rosa, otra variedad muy distinta pero que también reúne cualidades que nos gustan para esta fruta, sobre todo para su degustación como fruta fresca.
La ciruela Santa Rosa también pertenece al género Prunus, de la especie euroasiática Prunus doméstica, está clasificada dentro de las ciruelas rojas, es un fruto grande, redondo y acorazonado, con una piel de color rojo púrpura, muy oscura, y cuya tintura llega a la superficie de la pulpa amarilla clara, ésta es muy jugosa, aromática y dulce.
La piel de esta ciruela es un poco dura, y por lo tanto un poco molesta para su degustación, a diferencia de lo que sucede con la Claudia que se integra bien con la pulpa. Además, al retirar la piel (a pesar de las pérdidas nutricionales), también retiramos ese punto de acidez que puede proporcionar al paladar, y es que esta fruta bien madura es pura miel, es una golosina en la que el hueso, pequeño, se despega solo.
Para conocer que está en toda su madurez basta con presionar levemente la pulpa y comprobar que cede ligeramente, aunque a quienes les gusta la fruta más verde, no tienen que llegar a dejarlas madurar tanto. Esta ciruela llega al mercado a mediados de junio o principios de julio, y pronto dejaremos de verlas en las fruterías de nuestros agricultores.
Como otros tipos de frutas, las ciruelas son un alimento saludable, su contenido en agua es elevado, y su aporte de calorías reducido, aporta vitaminas y minerales, además de fibra y como sabemos, como fruta roja tiene más antocianinas, pigmentos con propiedades antioxidantes, que otras variedades.
Para poder disfrutar de las ciruelas Santa Rosa en su punto óptimo de maduración, conviene adquirirlas en este punto si son para consumirlas el mismo día, en caso contrario se deben elegir más enteras y dejarlas madurar a temperatura ambiente. En caso de que las ciruelas estén en su punto y no se vayan a consumir de inmediato, será necesario conservarlas en el frigorífico, aguantarán un poco más, pero lo ideal será consumirlas pronto.
En caso de tener mucha cantidad de ciruelas, aprovecha para elaborar postres, mermeladas, jaleas, tartas, chutneys… tienen mucha salida, incluso como un ingrediente más en tu ensalada, o hechas a la plancha como guarnición de un plato principal.