El cuerpo reacciona de diferentes maneras dependiendo de las condiciones externas a las que nos enfrentamos. Si hay un descenso en las temperaturas, nuestro metabolismo tendrá un comportamiento distinto al que experimentamos ante una ola de calor. Particularmente, en este post nos enfocaremos en qué vitaminas son esenciales para proveer de un buen funcionamiento al organismo durante el invierno. En caso de no contar con estos elementos en la dieta, siempre podemos encontrar en la tienda de dietética central algunos suplementos que nos permitan compensar la carencia de vitaminas necesarias para combatir el frío.
Antes de nada, es necesario comprender que, con la llegada de las bajas temperaturas, el cambio que sufre nuestro organismo suele afectar el sistema inmunológico, y como resultado, somos más susceptibles de contraer resfriados o algún tipo de gripe. De ahí la importancia de reforzar la alimentación y consumir suplementos que mantengan los niveles vitamínicos en los estándares adecuados. Sobra decir que es muy importante consultar con nuestro médico o especialista en nutrición antes de añadir estos elementos y hacer un buen uso de ellos para obtener los beneficios para la salud que nos pueden ofrecer.
Vitamina A
A través de la ingesta de esta vitamina se puede conseguir una mejora en la regulación y producción de linfocitos. Este tipo de célula juega un papel importante en la prevención de resfriados. Por otro lado, al ser una célula inmunitaria, permite que las vías respiratorias se mantengan en un estado óptimo, evitando problemas de congestión cuando llegan las bajas temperaturas. Así pues, puedes encontrarla en alimentos como las zanahorias, el brócoli o el mango.
Vitamina C
Es una vitamina conocida por ser un estimulante para la producción de colágeno. Por otro lado, la ingesta de suplementos naturales o alimentos ricos en Vitamina C nos mantiene protegidos contra las enfermedades infecciosas que puedan afectar las vías respiratorias. El ácido ascórbico, aparte de ser un antioxidante eficiente, también ayuda a proteger las células de los efectos que pueden generar los radicales libres.
Vitamina D
Si eres parte de ese grupo de personas a las que el frío les genera dolor en las articulaciones y huesos, la Vitamina D es esencial para lidiar con ello. Aunque no alivia el dolor, es un nutriente indispensable para la absorción del calcio. Esto la convierte en uno de los ingredientes indispensables para poder contar con un sistema óseo preparado para los duros días de invierno.
Vitamina B12
La presencia de este elemento en nuestra dieta diaria permite una mejor absorción de la energía que obtenemos de los alimentos. La Vitamina B está presente en proteínas como el pollo y el pescado principalmente, aunque también puedes obtenerla a través de los huevos y lácteos. También hay que decir que varios estudios han demostrado que la Vitamina B ayuda al sistema inmunitario, haciéndolo más fuerte.
Vitamina E
Muchos especialistas de la salud recomiendan consumir esta vitamina para evitar la aparición de enfermedades como la artritis. Además, una de sus cualidades es que retrasa el envejecimiento de las células, evitando que estemos más vulnerables ante la aparición de infecciones.
En invierno, las bajas temperaturas pueden generar un mayor consumo de energía para que el organismo trabaje en condiciones normales. La ausencia regular de la luz solar y una dieta mal constituida pueden generar un efecto negativo en nuestra salud. Así que, si queréis tener un rendimiento adecuado y un sistema inmunitario fuerte, es recomendable complementar la dieta con suplementos alimenticios certificados y con supervisión de nuestro médico de confianza.