Chorizo Riojano es la nueva Indicación Geográfica Protegida con la que cuenta uno de los productos cárnicos estrella de La Rioja, de este modo se pone fin a todas las imitaciones y al uso que se le ha proporcionado al nombre Chorizo de la Rioja para designar a otros chorizos que no eran originarios de la región.
El Chorizo de la Rioja es uno de los alimentos típicos de la región, es reconocible por su característica forma de herradura, superficie irregular, color rojo y por sus excelentes virtudes organolépticas dadas por la carne y el tocino de calidad, y por la fiel preparación tradicional en la que se pican y se amasan adecuadamente todos los ingredientes que intervienen en esta exquisitez riojana. Quienes han probado el auténtico chorizo riojano lo saben, textura agradable y sabor intenso son sus cualidades más destacables.
Actualmente se producen hasta 16.700 toneladas de Chorizo Riojano producidas por 105 empresas, lo que equivale a un 65% de la producción cárnica de esta región española. Proteger bajo un certificado de calidad a una de las delicias gastronómicas españolas era obligado y hoy se ha publicado en el Boletín Oficial de La Rioja la orden que ampara bajo el reglamento de la Indicación Geográfica Protegida al chorizo de categoría extra, elaborado artesanalmente y sin ningún tipo de aditivos.
A partir de ahora, el chorizo que presente el sello de calidad ofrecerá la garantía de que se ha elaborado según los parámetros que marcan su calidad, así como la manipulación, la maduración y el secado que debe seguir para que sea un auténtico chorizo riojano.
Para que una empresa pueda acogerse a la IGP deberá cumplir todos los requisitos exigidos, además de los que hemos mencionado, el chorizo deberá presentar un peso mínimo de 200 gramos y un calibre de al menos treinta milímetros.
El Chorizo de La Rioja conquista por su aroma y sabor, una selección de especias y el mejor pimentón ofrecen además un ligero toque picante que sólo precisa de una buena rebanada de pan para acompañar.