Un grupo de investigadores de la Universidad ETH de Zurich y de la Universidad de Ciencias Aplicadas del Noroeste de Suiza, ha logrado desarrollar un método por el cual el chocolate refleja los colores del arco iris sin utilizar colorantes, el efecto que podréis ver en el vídeo, se consigue mediante la impresión de una estructura microscópica en la superficie del chocolate que permite crear un color estructural.
Se produce el color en el chocolate por superficies con estructuras microscópicas que interfieren con la luz visible, de ahí ese efecto arcoíris que se puede observar. Los expertos comentan que existen desde hace mucho tiempo métodos para colorear el chocolate, pero querían comprobar si era posible que aparecieran colores sin necesidad de utilizar colorantes.
Inicialmente documentaron las propiedades de este alimento a fin de comprenderlas y determinar la razón de su color, a partir de los resultados, se empezó a experimentar con colores estructurales basados en recubrimientos comestibles como el oro o el óxido de titanio. Dependiendo del grosor de estos materiales, se lograba que aparecieran colores como el azul oscuro o el dorado, pero se descartó el sistema por el tiempo y las complicaciones en el proceso de recubrimiento del chocolate.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que se podría encontrar una solución para que el chocolate reluciera con colores sin necesidad del uso de otros materiales. Se realizó un avance gracias a la ayuda de una estudiante de ciencias de los materiales, que estaba probando una nueva técnica como parte de su tesis. Con la técnica se logró que apareciera un brillo colorido en el chocolate, pero tras refinar el método, lo que resultaba un brillo se convirtió en resplandor, podéis ver en el vídeo cómo se refleja la luz y se descompone en colores que resplandecen sobre su superficie, el proceso se compara con la luz que se dispersa sobre la piel del camaleón, permitiendo que pueda mostrar una gran variedad de tonalidades.
La coloración estructural se provoca por efectos de interferencia, los colores que aparecen se producen en el chocolate gracias a un patrón de microestructuras en la escala de la longitud de onda que, en parte reflejan la luz que alcanza la superficie, y en parte reflejan la luz que alcanza la parte interior de las estructuras. Ambos tipos de onda son reflejados, pero en una velocidad diferente, lo que causa la reflexión.
Los expertos comentan que el procedimiento está pendiente de patente y ahora trabajan en el desarrollo de un molde que permita imprimir más unidades de chocolate con el color estructural, algo que facilitaría su introducción en la industria. De momento, están en conversaciones con los principales productores de la industria y barajan la posibilidad de crear una empresa spin-off. Sin duda, es un avance interesante, un modo de hacer más atractivo y llamativo el chocolate sin necesidad de añadir aditivos o colorantes, lo que permitirá a la industria innovar y crear nuevos productos. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad ETH de Zurich.