En el mundo de las cervezas continuamente encontramos fabricantes que buscan la innovación con diferentes objetivos, algunos persiguen el aprovechamiento de recursos con el fin de concienciar sobre el desperdicio alimentario, ejemplos a citar pueden ser la cerveza elaborada con aguas residuales recicladas, o la que se hace con pan sobrante. Otras persiguen la originalidad y la exclusividad, como la cerveza que se elabora con jamón ibérico, la que se prepara con agua de mar, o la que integra testículos y aletas de ballena.
También encontramos cervezas que se elaboran con zanahorias para promocionar los productos agrícolas, cervezas con un mayor aporte proteínico para los deportistas, etc. Hoy conocemos una de esas variedades que se quieren diferenciar del resto, concienciando a la población sobre los problemas asociados al cambio climático, especialmente el aumento de las lluvias torrenciales que causan inundaciones. Se trata de una cerveza elaborada con agua de lluvia que se ha inspirado en una spin-off del Gobierno holandés denominada Amsterdam a prueba de lluvia.
Con esta iniciativa se pretende transmitir el mensaje de que estas aguas se pueden aprovechar evitando que puedan causar inundaciones, lo cierto es un argumento que se puede coger con pinzas. La iniciativa parte de un pequeño grupo de holandeses que ha querido utilizar el agua de lluvia para la elaboración de cerveza considerando que puede ser una oportunidad de negocio en países como Holanda o el Reino Unido, donde se ha incrementado considerablemente la pluviosidad.
La fábrica de cerveza De Prael ofreció el pasado viernes una degustación de esta nueva variedad de cerveza denominada Hemelwater: code blonde, elaborada con cebada ecológica malteada, trigo, levadura, lúpulo y agua de lluvia ultra filtrada. Esta cerveza se presenta como una variedad rubia con un suave regusto amargo, con notas afrutadas y con un paso en boca suave. Decíamos que esta nueva variedad tiene su inspiración en la spin-off ‘Amsterdam a prueba de lluvia’, puesta en marcha por un organismo que tiene como cometido concienciar a los ciudadanos de los problemas que acarrean las fuertes lluvias, proporcionando distintas medidas para que la ciudad actúe como una esponja reduciendo el riesgo de inundaciones, podéis ver su presentación aquí (Pdf).
Dada la situación, y teniendo en cuenta que la elaboración de cerveza necesita gran cantidad de agua, los responsables de esta nueva cerveza plantearon unificar la abundancia de lluvias y la mencionada necesidad. Así que la empresa cervecera, en colaboración con investigadores y estudiantes de MediaLAB Amsterdam, un centro de investigación que se dedica a las aplicaciones innovadoras en el mundo de la industria y la educación, pusieron en marcha el proyecto.
Prepararon dos grandes tanques para la recogida de agua de lluvia en terrenos de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Amsterdam. En el mes de mayo las fuertes lluvias permitieron recoger rápidamente 1.000 litros de agua para enviar a la fábrica de cerveza, previa filtración por un sistema que eliminaba la presencia bacteriana. Una vez que se elaboró la cerveza, se empezó a distribuir en comercios y bares a un precio de 2 euros la botella y de 4 euros para las jarras.
La cervecera manifiesta su intención de llevar la producción a gran escala y disponer cientos de tanques de recogida de agua en toda la ciudad, estos tanques contarán con sensores que advertirán cuando están llenos para proceder a la recogida del agua con camiones cisterna eléctricos con el fin de incrementar el carácter medioambiental de la iniciativa. Posteriormente se procederá al filtrado del agua para elaborar esta variedad y otras que tienen en proyecto. La cervecera comenta que hacer cerveza con agua de lluvia no es ninguna novedad, ya que en la Edad Media las cervecerías se establecían cerca de Catedrales e Iglesias con el propósito de recoger el agua de lluvia que discurría por el tejado de estos edificios.
Usar este agua plantea dudas, especialmente por su limpieza, la cervecera argumenta que además del sistema de filtrado, el proceso de elaboración de la cerveza acaba definitivamente con las bacterias. Argumenta además que el agua de lluvia tiene menos problemas que el agua potable de acuíferos y fuentes, ya que puede contener además de bacterias, restos de productos fitosanitarios, hormonas, etc., por lo que consideran que la primera es ideal para elaborar cerveza limpia.
Según leemos aquí, el responsable de la fábrica de cervezas explica que se utiliza el agua de lluvia para hacer un muy buen producto, una de las bebidas de gran consumo en el país como es la cerveza. No sabemos si la nueva Hemelwater: code blonde terminará distribuyéndose en Europa, de momento ha logrado captar la atención de muchos cerveceros holandeses que la han querido probar. A través de la página de la cervecera De Prael podréis conocer más detalles sobre la nueva variedad.