La Fundación Alimentum ha puesto en marcha el Centro de Referencia CDO/GDA, aprobado por la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea), con la finalidad de ofrecer una herramienta que defina y unifique el sistema de etiquetado nutricional de los alimentos basándose en unos parámetros, e informar a los consumidores para que a la hora de elaborar una dieta sepan qué alimentos y qué cantidad es necesaria para que ésta sea equilibrada.
El Centro de Referencia CDO/GDA pretende realizar acciones dirigidas, además de a los consumidores, a las autoridades, líderes de opinión, medios de comunicación y sociedad en general, según definen en su web, para ayudar a la correcta interpretación e implantación de dicho etiquetado, para ello han editado la Guía ‘Implantación del Sistema CDO/GDA en el sector de Alimentación y Bebidas Español y un folleto informativo (Pdf), además se ha presentado un estudio titulado ‘Dime cómo lees y te diré como te alimentas’ (Pdf), os avanzamos la conclusión: ‘el 90% de la población cree imprescindible la información nutricional en el etiquetado alimentario, pero el 42% considera insuficiente el modelo basado en la tabla nutricional clásica’.
Las siglas CDO/GDA significan Cantidades Diarias Orientativas (y en su traducción al inglés, Guideline Daily Amount), esto quiere decir que el etiquetado para los alimentos que propone el Centro de Referencia CDO/GDA muestra información nutricional de interés para los consumidores, aunque veremos si es tan completa, rigurosa y objetiva como nos gustaría.
Este sistema de etiquetado nutricional pretende marcar las pautas en todos los Estados Miembros, en algunos países ya se ha implantado, en España también lo han adoptado la mayoría de grandes compañías de la industria de la alimentación y las bebidas. Si quieres puedes ir a tu despensa y mirarlo, nosotros tenemos en estos momentos en nuestras manos dos productos, una mayonesa de Unilever (Ligeresa) y un tarro de mermelada Helios, ambos cuentan en el etiquetado con el Sistema de Etiquetado Nutricional GDA/CDO, que nos muestra los valores nutricionales básicos (kilocalorías, azúcares, grasas, grasas saturadas y sodio) que aporta la ración recomendada, 15 gramos en el primer producto mencionado y 25 gramos en el segundo, con el porcentaje basado en una dieta de 2.000 kcal.
Además, incluye la tabla nutricional clásica que indica los valores nutricionales medios por cada 100 gramos y la cantidad recomendada de consumo, con lo cual, el Sistema de Etiquetado Nutricional GDA/CDO cumple la función de calculadora para dividir el contenido nutricional por ración. Ahora puedes volver a la despensa y coger un producto de marca blanca, si miras el etiquetado nutricional ¿qué encuentras?, seguramente la ausencia de la ‘calculadora’ y en algunos casos también que indique la cantidad recomendada de consumo.
Ahora veamos otra información que nos interesa, quién compone el patronato de la Fundación Alimentum, presidentes y directores de: CAPSA (Central Lechera Asturiana), Nestlé, Pepsico, Kraft, Unilever, Heineken, Coca-Cola, Kellogg, Bimbo, FIAB, Nutrexpa, Pescanova, Grupo Pascual, Danone, Mahou-San Miguel, SOS-Cuétara y Campofrío. Echamos en falta alguna asociación que represente a los consumidores. Bien, también tienen un Comité Científico de Actividad Física, y su función es ‘promover el conocimiento de los beneficios de una vida activa en la salud de la población’.
Con esta información, continuemos con un extracto de la lectura (página 7) de la Guía ‘Implantación del Sistema CDO/GDA en el sector de Alimentación y Bebidas Español (a la que podéis acceder clicando sobre este link (Pdf) para su completa lectura), y lo hacemos con respecto a la noticia en la que conocimos que la Comisión Parlamentaria había dicho que no a las etiquetas semáforo: ‘Poniendo como ejemplo el modelo de semáforo nutricional, frente a este sistema las CDO/GDA es más ventajoso ya que ofrece información objetiva nutricional concreta sobre nutrientes y energía en una porción de alimentos y muestra como éstos contribuyen a la dieta del consumidor. En cambio, las etiquetas basadas en códigos de colores catalogan los alimentos en buenos o malos.’ Aquí le han dado. Sobre estas líneas podemos ver el ejemplo de una etiqueta semáforo, donde también se incluye la información nutricional por la cantidad de producto que se recomienda consumir, pero los colores son más claros y alertan más al consumidor, si no, ¿por qué los semáforos siguen indicándonos cuándo cruzar una calle transitada por vehículos con los colores?.
Al texto entrecomillado le sigue la explicación de los resultados obtenidos en los estudios realizados en Europa para saber si los consumidores eran capaces de interpretar correctamente el etiquetado, hasta los alemanes (mencionados en el post del etiquetado semáforo) afirman que era clara y fácil de entender, ¿pero les preguntaron si la etiqueta semáforo era también clara y fácil de entender?
Todavía estamos estudiando la información que nos está proporcionando esta Fundación, no se puede negar que la información nutricional aportada es necesaria, pero consideramos que continúa siendo escasa. Otro de los problemas tratados en el etiquetado y que no se ve solucionado ni con este sistema, es la letra pequeña de las etiquetas de productos alimentarios. Sobre la formación y la información a los consumidores ¿creéis que está llegando?.
De un tiempo a esta parte ha aumentado el interés por saber lo que comemos, es el momento de aprovechar para informar a los consumidores pero sin cuentagotas, todavía no sabemos realmente qué ingredientes contiene un producto porque no están todos incluidos en el etiquetado, y seguro que como nosotros, además de saber cuánto comer, queréis saber qué os están dando de comer.