Como base de una tosta que acompañaremos con un queso bien curado, como guarnición de una carne roja asada o como ingrediente para la elaboración de pan, entre muchas otras cosas, podemos elaborar la Cebolla confitada con nueces y sirope de arce. Alertamos a todos los lectores que comerla a cucharadas puede ser también una tentación.
La elaboración de esta receta de cebolla confitada acompañada de nueces y sirope de arce es muy sencilla, ya os hemos mostrado como hacer recetas similares, sea utilizando la Thermomix o en un cazo o sartén, en los posts de Cebolla confitada, Mermelada de cebolla, Mermelada de cebolla al Oporto o Pimientos confitados, entre otros.
Ingredientes
- 3 cebollas grandes (mejor si es cebolla fresca)
- 50 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 50 gramos de vino dulce de garnacha (u otra variedad que os guste)
- 100 gramos de sirope de arce
- 125 gramos de nueces
- una pizca de sal.
Elaboración
Para hacer esta receta con Thermomix, pela las cebollas y córtalas a cuartos, ponlas en el vaso del robot y pica durante dos segundos a velocidad 5. Incorpora el vino dulce, el aceite, el sirope de arce y un pellizco de sal, tapa y programa temperatura Varoma, 35 minutos a velocidad cuchara.
Mientras tanto, pela las nueces y trocéalas, e incorpóralas a la cebolla confitada cuando falten aproximadamente 15 minutos. Nosotros en esta ocasión hemos utilizado nueces pacanas, pero sale igual de bien con las nueces normales.
La elaboración en un cazo será similar, hay que picar la cebolla, puede cortarse en brunoise o pluma, y ponerla en el cazo con todos los ingredientes, dejando cocer a fuego lento hasta que se consuma y caramelice, incorporando las nueces a mitad de cocción.
Cuando la Cebolla confitada con nueces y jarabe de arce esté en su punto, déjala enfriar fuera de la sartén, puedes pasarla directamente al tarro en el que la vayas a conservar pero no la tapes hasta que esté completamente fría. Después guárdala en el frigorífico.
Puedes servir esta confitura fría o caliente, como gustes.
1 comentarios
«Alertamos a todos los lectores que comerla a cucharadas puede ser también una tentación´´
Dios mio, no hace falta que me lo jures. ¡Vaya pinta!