La cáscara de huevo es un contenedor del alimento, tanto para su conservación como para su servicio, por ejemplo cuando hacemos huevos pasados por agua. En alta cocina también se utiliza a menudo para presentar ‘huevos rellenos‘ o trampantojos, en primera instancia es un contenedor que no cuesta dinero, pues viene con el huevo, pero para utilizarlo como soporte de una creación culinaria hay que cuidar la forma de abrirlo para que quede bien, además de higienizarlo adecuadamente.
Es por ello que no resulta extraño que se comercialicen cáscaras de huevo para rellenar, están pensadas para hostelería, pues es donde se pueden necesitar grandes cantidades para satisfacer la demanda en grandes eventos, jornadas gastronómicas, caterings, etc., de hecho, se venden en cajas de 300 unidades.
Cabe destacar que estas cáscaras de huevo son naturales, se presentan con un corte limpio y listas para usar, también queremos añadir como información que puede interesar, que vienen de la empresa alemana Gut Springenheide, conocida por la elaboración de huevos de Pascua, entre otras cosas.
Hay cáscaras de huevo para rellenar de color natural, bueno, de color blanco, de los que apenas se ven en la actualidad, son los ideales para las elaboraciones saladas, pero también hacen cáscaras de colores brillantes que llamarán más la atención para los postres o elaboraciones dulces, en dorado, negro, rojo, azul…
El precio de las cáscaras de huevo blancas es de 180 euros, por lo que la unidad sale a 0’60 euros, las de color son bastante más caras, el precio es de 290 euros, así que la unidad sale a 0’96 euros.
Desconocemos si se somete a algún tratamiento especial a estas cáscaras de huevo, pero sí se declara que no tienen aditivos artificiales ni conservantes, y que con un cuidado adecuado se podrán lavar y volver a utilizar.
Este recipiente natural está disponible en tiendas especializadas en la distribución para hostelería, si buscáis una tienda online, podéis encontrar las cáscaras de huevo aquí.