Hace unos días se presentaron en el pabellón de España de la Expo Zaragoza 2008, unas cartas de menús comestibles desarrolladas por el chef Firo Vázquez, del restaurante El Olivar (Moratalla) e investigadores de la Universidad de Murcia. Las cartas ofrecen la imagen de los platos del menú y además se pueden oler y comer.
Firo Vázquez fue noticia hace un par de años al presentar un Quijote comestible en el que las hojas del libro estaban elaboradas con harina de trigo e impresas con tinta de calamar como base. En este libro se podían percibir sabores distintos, ya que cada grupo de páginas estaba espolvoreada con diferentes ingredientes, proporcionando a cada una sabores dulces, picantes, etc.
En el caso de la nueva carta de menú presentada, se ha logrado reunir todos los sabores que ofrece un plato en una oblea que ha sido imprimida con tinta comestible. Un ejemplo sería una Pierna de cordero al curry con cuscús de azafrán y salsa de yogurt con menta, para lograr conferir el conjunto de sabores y aromas de este plato a la hoja del menú, es necesario realizar un largo proceso en el que se trituran todos los ingredientes con el propósito de obtener un fino puré. Seguidamente la mezcla será completamente deshidratada, obteniendo un fino polvo con el que será impregnada la oblea. El resultado ofrece al comensal la posibilidad de oler y probar un plato del menú antes de solicitarlo en el restaurante.
Hay que decir que lo que ofrece Firo Vázquez no es algo nuevo y sus trabajos posiblemente estén inspirados en las primeras creaciones de Homaru Cantu, un chef que saltó a la fama en el 2005 al ofrecer este tipo de cartas de menús comestibles. Estas cartas eran impresas con zumos de frutas y vegetales contenidos en los cartuchos de tinta de una impresora, el papel eran láminas de semillas de maíz o de soja.
Evidentemente lo que ofrece Firo Vázquez va más allá y el proceso es mucho más elaborado.
La pega de este tipo de cartas comestibles es su elevado precio por el proceso de elaboración del plato y todos los pasos que deben darse, aunque no será extraño que en un corto plazo de tiempo se logre abaratar el proceso y finalmente la idea se extienda en la restauración. Sería una buena iniciativa para que el comensal pudiera decidir qué comer sin temor a seleccionar algo que no fuera de su agrado.
El cocinero del restaurante El Olivar en Moratalla quiere ir más allá y poder ofrecer a través de internet la posibilidad de que sus platos sean degustados por los internautas antes de visitar el restaurante, aunque para esta posibilidad todavía han de pasar varios años.
Sin embargo, hay que decir que los investigadores informáticos posiblemente superen iniciativas como la de Firo Vázquez, ya que desde hace algunos años, varios investigadores tratan de aplicar la informática a nuestros sentidos, es decir, poder probar u oler a través de la pantalla del ordenador un determinado alimento, es lo que se denomina informática pentasensorial. Poder consultar en la red el precio de un jamón y además percibir su aroma o su sabor, es algo que no está muy lejos de ser desarrollado.
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3 comentarios
Seguro que lo mismo no es el aroma y sabor de un plato triturado, en el que todo se mezcla, que con sus respectivos ingredientes separados. Creo que es un capricho y una forma de llamar la atención innovando, pero para casos puntuales… Dudo que pueda implantarse en la restauración a nivel cotidiano…
Hoy en día no se implantará, pero quién sabe si crean algún sistema tecnológico para que las cartas salgan como churros…
Homero Cantu presento en 2005 su papel comestible, pero mi amigo Firo fué elegido en 2004 por la Fundación Arte y Gastronomía por su trabajo con Hojas de Quijote y en el 2005 fué el primer cocinero que expuso su obra gastronómica en el Instituto Cervantes de Alcalá de Henares. (ver ABC del 11/07/05).
¿Por que siempre lo de fuera es mejor?
Nadie es profeta en su tierra.