A primeros de año entró en vigor el reglamento europeo sobre nuevos alimentos en la UE, como ya explicamos en su momento, con esta nueva reglamentación se facilitaba la introducción en el mercado comunitario de productos que son acordes a la innovación y a los avances tecnológicos que experimenta el sector alimentario, alimentos producidos a partir de microorganismos, hongos y algas, alimentos que contienen, consisten o se han obtenido a partir de cultivos de células o tejidos como puede ser la carne de cultivo, alimentos desarrollados con nanotecnología o insectos comestibles, entre otros.
Pues bien, parece que los minoristas y distribuidores quieren estar en ese tren de las últimas tendencias e innovaciones, es el caso de Carrefour, que ahora comercializa en España diferentes productos elaborados con insectos, son alimentos producidos por Jimini’s, empresa francesa que se fundó en el año 2012 con el propósito de descubrir a los consumidores del país galo las cualidades de los insectos en la alimentación. A diferencia de otras empresas que trabajaban en este sector y que ofrecían los insectos integrados en sus productos de un modo “oculto”, esta empresa apostó por lo natural, es decir, por mostrar los insectos tal y como son, procesados y aderezados con diferentes condimentos, algo que ya ha sido secundado por otras empresas.
Otra característica de Jimini’s es su lucha por la calidad y la trazabilidad, sólo compra materia prima producida por productores franceses y los creadores de la empresa se encargan de probar los productos resultantes para asegurarse de que están a la altura de sus expectativas. De momento encontramos cinco productos de esta marca en algunos supermercados Carrefour, aunque también se pueden adquirir online, unos gusanos Búfalo Spycy chili, una barrita de chocolate negro con manzana, canela, caramelo y polvo de grillo, una barrita de chocolate negro con higos y polvo de grillo, unos gusanos Molitor con ajo y finas hierbas, y unos grillos con cebolla ahumada BBQ.
Los precios de estos productos varían entre los 2 y 7 euros por unidad, no es un precio excesivo, pero si analizamos la relación precio/contenido, parece que los insectos resultan excesivamente caros. Ponemos como ejemplo Gusanos Búfalo Spycy chili, el producto contiene 18 gramos de gusanos enteros deshidratados, además de una mezcla de especias, harina de trigo, cebolla, aceite de girasol, polvo de tomate y un par de aditivos, carbonato de magnesio anti aglomerante y goma arábiga. Este producto cuesta 7 euros, lo que quiere decir que el kilo cuesta 388 euros.
En el caso de los grillos con cebolla ahumada, el precio es de 7 euros por 14 gramos de producto que contiene el envase, lo que supone un precio de 500 euros por kilo. Quizá sea la novedad lo que provoca que los precios estén tan inflados pero, desde luego, si se mantienen, tendrá un tirón como novedad y después, muy probablemente su demanda caerá estrepitosamente. Recordemos que los insectos como alimento se han clasificado como una alternativa a las proteínas cárnicas, se considera más saludable para el ser humano y el medio ambiente, es mucho más económico de producir y se supone que es capaz de contribuir a reducir el hambre y garantizar la seguridad alimentaria.
Con las barritas energéticas la cosa parece cambiar, 40 gramos de producto tienen un coste de 2 euros, lo que supone 50 euros por kilo. Al ver los ingredientes de la barrita de chocolate negro con higos y polvo de grillo podemos comprobar que tan sólo contiene un 5’5% de polvo de grillos, siendo uno de los ingredientes con menos presencia en el producto, por lo que se puede deducir que el precio del kilo de estos insectos está actualmente por las nubes. A esto hay que sumar que lo nutritivo y saludable que se podría considerar que es un insecto, se pierde al introducirlo en un producto ultraprocesado.
Con estos precios va a ser difícil promover el consumo de insectos, y pensar que los investigadores comentaban que lo más complicado era superar el denominado “factor asco”, el que provoca automáticamente el rechazo del alimento experimentando una sensación de repulsión. El precio es otro aspecto determinante para el rechazo del producto, si son dos factores los que se han de superar, al mercado de los insectos le quedarían cuatro días. Como decíamos, podríamos pensar que se trata de la novedad, pero no, los alimentos con insectos que comercializa Carrefour van en la misma línea de precios que los que encontramos en otras tiendas especializadas como, por ejemplo, Future Food Shop.
Así que ya lo sabéis, ahora los insectos comestibles se pueden comprar en Carrefour, a través de su página web podréis ver los productos y adquirirlos. Hay que decir que los mismos productos o muy similares se ofrecen a un precio ligeramente más reducido en otras tiendas, por ejemplo, en 21 Bites, pero los gastos de envío terminan encareciéndolos en exceso. Quizá cuando haya más competencia y sean productos que se puedan encontrar fácilmente, los precios bajen a un nivel que resulte más aceptable.