Se ha publicado el nuevo reglamento sobre las normas del etiquetado de la carne, concretamente de la carne ovina, caprina, de ave y de cerdo, a partir del año 2015 será obligatorio que los productos incluyan en su etiquetado el país en el que se ha criado al animal y el país en el que se ha sacrificado, de este modo se evitarán confusiones y fraudes al consumidor. Como ejemplo os recomendamos retomar la lectura del post Cordero francés con sello de Castilla y León, en él destacábamos que los corderos se importaban de Francia y se sacrificaban en mataderos de Castilla y León. Actualmente podemos encontrar etiquetas que indican el lugar de matanza pero no de procedencia. Por cierto, la carne de cordero que se comercializa en Carrefour (lo hemos constatado hace unos días) contiene una etiqueta con un sello de calidad ‘gourmet’, pero ninguna alusión al país de crianza ni de sacrificio, está es una advertencia para quienes deseen adquirir auténtico cordero de Castilla y León (y sobre las malas prácticas de esta cadena de hipermercados).
ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) ha puesto en marcha una campaña solicitando a los consumidores que apoyen al sector ganadero de Castilla y León, a la hora de adquirir lechazo debemos comprobar que en su etiqueta figura el sello de la I.G.P. Evidentemente el consumidor que quiera comprar cordero de origen francés lo puede hacer, pero por lo menos que sea consciente de su origen, este año se vuelve a incurrir en aquellas prácticas que lo ocultan y confunden a algunos consumidores. Volviendo a la noticia, las empresas y centros de distribución no podrán recurrir a estas prácticas de ocultamiento a partir del año 2015, fecha en la que la carne con etiquetado de origen obligatorio será una realidad.
En el Reglamento nº1337/2013 se determina la obligación de indicar en la etiqueta el país de origen o el lugar de procedencia de la carne, sea fresca, refrigerada o congelada, de los animales antes indicados, porcino, ovino, caprino y aves de corral. A su vez, para cada una hay unas especificaciones concretas:
Para el ganado porcino se establece que para indicar el país de crianza de los animales, se considerará el peso y la edad en el momento del sacrificio. Si un cerdo se sacrifica con más de seis meses de edad, deberá indicarse el país en el que el animal ha pasado sus últimos cuatro meses, sea miembro de la UE o no comunitario. En los cerdos que se hayan sacrificado con menos de 6 meses de edad y tengan un peso superior a 80 kilos, se deberá indicar el país en el que el animal ha sido criado desde que tenía 30 kilos de peso en vivo y hasta el momento del sacrificio. Para un cerdo de menos de 6 meses de edad y menos de 80 kilos de peso, la norma obliga indicar el país en el que se ha procedido a su crianza desde el nacimiento.
En el ganado caprino y ovino se considerará la edad del animal y su sacrificio para indicar su país de procedencia, si los animales se han sacrificado con más de seis meses de edad, se deberá indicar el país en el que han pasado los últimos seis meses antes de ser sacrificados. En el caso de que estos animales se sacrifiquen con menos de seis meses de edad, se deberá indicar el país en el que han pasado toda su vida o periodo de cría. Con esta normativa se acaban las prácticas de algunas empresas con el cordero francés como antes mencionábamos, aunque lo sacrifiquen en suelo español, será obligatorio identificarlo como originario del país galo.
La reglamentación con las aves sólo considerará la edad en el momento del sacrificio. En el caso de ser sacrificadas con más de un mes de vida, se deberá indicar el país en el que pasaron su último mes de crianza, si por el contrario el sacrificio se realiza antes de cumplir el mes de vida, se indicará el país en el que pasaron todo su periodo de cría u origen. Además, si el sacrificio se realiza en otro país, también deberá ser especificado en la etiqueta alimentaria.
En lo que respecta a la carne picada y recortes de carne, se han dispuesto una serie de obligaciones y excepciones:
a) «Origen UE», cuando la carne picada o los recortes de carne se hayan producido exclusivamente a partir de carne obtenida de animales nacidos, criados y sacrificados en diferentes Estados comunitarios.
b) «País de cría y sacrificio: UE», cuando la carne picada o los recortes de carne se hayan producido exclusivamente a partir de carne obtenida de animales criados y sacrificados en diferentes Estados de la UE.
c) «País de cría y sacrificio: no UE», cuando la carne picada o los recortes de carne se producen exclusivamente a partir de carne importada en la Unión Europea.
d) «País de cría: no UE» y «País(es) de sacrificio: UE», cuando la carne picada o los recortes de carne se hayan producido exclusivamente a partir de carne obtenida de animales importados en la Unión Europea como animales destinados al sacrificio y sacrificados en uno o diferentes Estados miembros.
e) «País de cría y sacrificio: UE y no UE», cuando la carne picada o los recortes de carne se obtienen a partir de:
*) carne obtenida de animales criados y sacrificados en uno o diferentes Estados miembros y de carne importada en la Unión, o carne obtenida de animales importados en la Unión y sacrificados en uno o diferentes Estados miembros.
Hay que decir que también se contemplan puntos voluntarios, si un animal ha sido nacido, criado y sacrificado en un mismo estado miembro o en un país de fuera de la Unión Europea, podrá ser etiquetado con la descriptiva Origen: «Estados Miembro» o «País no comunitario». Estos son sólo algunos de los puntos reflejados en la regulación nº1337/2013 que podéis consultar al completo a través de este enlace.
Mucho ha tardado la UE en adoptar la nueva normativa para el etiquetado de la carne, recordemos que desde hace algunos años se han estado pidiendo cambios en la legislación para que no ocurriera lo sucedido con el cordero francés, y el margen que les dan…
Vía | Unión Europea