Carlos Maribona fue ponente en la mesa redonda Bloggers frente a críticos gastronómicos, ¿nuevos prescriptores? en el I Encuentro de Bloggers de Navarra Gourmet. Su exposición fue, seguramente para muchos bloggers, un nuevo punto de vista del mundo de los blogs profesionales. Carlos Maribona es uno de los pioneros en el mundo de los blogs gastronómicos con Salsa de Chiles y de los pocos críticos gastronómicos que conservan este medio de información.
Explicó la ventaja que tenía sobre otros bloggers, es el medio que le sustenta, la plataforma que lo presenta al público y la profesionalidad, la experiencia de años trabajando en el mundo gastronómico. Aunque confiesa que no se considera un prescriptor, reconoce que puede tener la posibilidad de gozar de más credibilidad que un blogger aficionado.
Como ya hiciera en otros encuentros de blogs, Carlos Maribona fomentó la identificación de quienes escriben un blog. Una vez más afirma que el anonimato no es bueno, se puede escribir bajo un nick, pero también eso no implica no decir quién eres, pues resta credibilidad no saber quién nos dice las cosas. Hay que ser consciente de que dar la cara puede jugar con el nombre y el prestigio de cada uno, y en el caso de los críticos gastronómicos no lo tienen fácil, pues se les mira con lupa.
En la mesa coincidieron opiniones, un blogger no puede hacer crítica, en todo caso puede hacer una crónica de lo que ha experimentado. Para hacer una crítica de un restaurante no basta con visitarlo y probar sus platos una sola vez, tampoco es suficiente con haber acudido a algunos restaurantes, es una experiencia que se adquiere con el paso de los años y muchos restaurantes pisados.
Como podéis ver en el vídeo, Carlos Maribona responde en el debate que en su profesión son periodistas cuando escriben crónicas, y críticos gastronómicos cuando escriben crítica. Pueden plasmar los distintos géneros periodísticos en sus blogs, y una de sus labores es informar.
Muchas veces hemos podido escuchar críticas hacia los críticos (valga la redundancia), ¿por parte de quién viene dada?. El crítico se consolida con su prestigio, nos cuenta Carlos, y es la trayectoria de muchos años la que da credibilidad a esta profesión. Sobre el constante reproche a los críticos gastronómicos por las invitaciones que puedan recibir de los cocineros, ya lo podéis ver y escuchar en el vídeo: “Si un crítico se vende por 80-100 euros de una comida, muy mal le va a ir”.
También surgió el tema del poder que tiene un crítico gastronómico para dañar la imagen de un restaurante. Personalmente es algo que siempre nos ha preocupado y nos gustó escuchar su posición. Como podréis ver en Gastronomía & Cía, no os contamos nuestras experiencias en restaurantes poco afortunadas, y las hemos tenido, pero ni críticos gastronómicos, ni mucho menos los bloggers, somos quien para criticar lo que con toda su buena voluntad ofrece un cocinero en su casa, aunque no logre satisfacer, detrás suyo hay un gran esfuerzo y muchas familias.
Cosa diferente, nos cuenta Carlos Maribona, es el hecho de que estén dando bombo y platillo a un restaurante que se está beneficiando de una fama que no se merece, en este caso afecta a la buena fe y al bolsillo de quienes se creen tantas adulaciones y que después se desengañan al visitar tan ‘laureado’ restaurante. A estos sí que se hay que darles caña, pues gracias a los medios se convierten en un sitio de moda y la gente va engañada. Seguramente coincides en ello, ¿cuál es tu opinión?