Hace unos días conocíamos el producto ganador del Premio a la Mentira Publicitaria más Insolente del Año 2018, se trata de unos premios organizados por la organización de consumidores Foodwatch en Alemania en los que se presentan cinco productos candidatos por suponer un claro fraude al consumidor, sea por su composición, por el etiquetado, etc. Estos productos se someten a votación popular y los resultados designan al ganador. Por supuesto, la empresa responsable del producto no recoge el premio, pero se escenifica la entrega y se da a conocer a los medios de comunicación
La delegación de Foodwatch en los Países Bajos también organiza este peculiar certamen con ligeros cambios con el propósito de mostrar a los consumidores holandeses, algunas de las mentiras que encierran los productos de la industria alimentaria, como llevar a cabo acciones publicitarias con carácter engañoso y en ocasiones muy descaradas. Pues bien, se acaban de dar a conocer a los candidatos al Premio al Producto Alimenticio más Fraudulento del Año 2018 (Het Gouden windei 2018), donde se presentan ocho productos que destacan por su carácter fraudulento.
Foodwatch Países Bajos comenta que a lo largo del año, algunas empresas alimentarias se burlan de los consumidores que son engañados por los expertos en marketing publicitario. Ahora es la ocasión para darle la vuelta a la tortilla y que sean los consumidores los que se rían de estas empresas, ya que se ponen al descubierto esos fraudes que dejan en entredicho su honestidad y honorabilidad, aunque la verdad es que esto no es motivo de risa, sino de indignación. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, estas prácticas son habituales en toda Europa, recordemos la denuncia realizada por la Organización Europea de Consumidores (BEUC).
Este año los candidatos a los premios Het Gouden windei 2018 son una salsa de tomates cherry de la marca Jumbo, los caramelos de regaliz y miel Venco Honing Drop, unas lonchas de queso bajo en calorías de la cadena holandesa de supermercados Albert Heijn (AH), Glacéau Smartwater de Coca-Cola (producto que ha ganado el premio en Alemania), un jarabe de jengibre Conimex de Unilever, el puré de boniato de los supermercados Albert Heijn, unos bollos de mantequilla de la marca Vomar y un supuesto aceite de oliva especial para asar y hornear que comercializa Aldi. Estos son los productos que se someten a votación, uno de ellos se convertirá en el Producto Alimenticio más Fraudulento del Año 2018.
La salsa de tomates cherry de la marca Jumbo especial para pasta tan sólo tiene entre un 13% y un 26% de tomates cherry, el resto está formado por salsa de otras variedades de tomate posiblemente más económicas. Se presenta como una salsa que sigue una receta tradicional italiana, pero, evidentemente, los ingredientes difieren de ella. En el envase se presentan exclusivamente los tomates cherry haciendo creer al consumidor que la salsa está elaborada sólo con esos tomates, claro, que si mira la lista de ingredientes (algo que no hacen muchos), se dará cuenta del engaño.
Los caramelos de regaliz y miel Venco Honing Drop se presentan como el fruto de la pasión por el regaliz de una empresa que lleva 135 años trabajando este producto, pero Foodwatch comenta que ha debido de perder la pasión por su trabajo. La razón es que al mirar la lista de ingredientes, se han utilizado algunos más económicos (azúcar, gelatina y almidón) que sirven para sustituir la mayor parte de la miel, que sólo tiene un 0’3% de presencia en el producto.
Glacéau Smartwater de Coca-Cola es un agua de manantial que ha sido vaporizada y tras su posterior condensación se le añaden distintos electrolitos como el magnesio, el potasio y el calcio, en este caso se dice lo mismo que en Alemania (seguir el enlace del primer párrafo), no es mejor que otras aguas minerales y su precio es mucho más elevado, a esto se añade que el proceso al que se somete el agua es un sinsentido.
El jarabe de jengibre Conimex de Unilever, producto señalado por la organización de consumidores por tener un reducido contenido en extracto de jengibre, está elaborado principalmente con azúcar, agua, almidón de maíz, conservaste, edulcorantes, aromas artificiales, etc. Foodwatch comenta que el jengibre se pierde de vista entre tantos ingredientes, en la botella se anuncia que se ha elaborado según una receta asiática, pero probablemente sea tan asiática como un kilo de queso gouda. Se destaca especialmente su elevado contenido en azúcar, que ronda el 66%.
El puré de boniato de los supermercados Albert Heijn es un producto alimenticio que sólo contiene un 38% de batata, el resto lo forman un 46% de patata común, especias, aceite, etc. Foodwatch explica que competidores como la cadena Jumbo, muestran en el frontal que el puré de batata está mezclado con patatas tradicionales, en cambio, AH destaca únicamente la batata en el frontal, a pesar de que el producto mayoritario sea la patata. Hay que recordar que según la legislación europea, está permitido destacar uno de los ingredientes aunque su presencia sea minoritaria, siendo un aspecto legal con el que la organización de consumidores quiere acabar.
Sobre los bollos de mantequilla de la marca Vomar, según Foodwatch, la marca tiene docenas de productos elaborados con mantequilla, pero en muchos casos el contenido en este ingrediente es mínimo. En el caso de los bollos, su contenido es de un 0’3%, por lo que se podría decir que los bollos sólo tienen trazas de mantequilla, parte de los ingredientes suplen la falta de este ingrediente, además, se apunta la elevada presencia de todo tipo de aditivos, mejoradores, emulsionantes, aromas, etc.
El aceite de oliva especial para asar y hornear de Aldi es en realidad una mezcla de aceite de oliva y otros tipos de aceites y grasas vegetales, de hecho, la organización de consumidores considera que hubiera sido mejor presentar el producto como un aceite de palma especial para asar y hornear. De nuevo se cita a Jumbo, que tiene un producto similar pero que en la frontal del envase indica claramente que se trata de una mezcla de aceites. La publicidad del producto de Aldi destaca el aceite de oliva, a pesar de que sólo contiene un 21% de este ingrediente. Como curiosidad se destaca que se comercializa junto a otros aceites de oliva virgen extra 100%, lo que todavía confunde todavía más a los consumidores.
Las votaciones están abiertas y en unos días se cerrarán dándose a conocer el producto ganador una semana antes de Navidad. Recordemos que esta lista de productos surge a raíz de las quejas de algunos consumidores y de las investigaciones que lleva a cabo la asociación de consumidores, para descubrir lo que hay de verdad detrás de la composición de los productos alimenticios. Como ocurre en Alemania, con toda probabilidad la empresa responsable del producto ganador del premio Het Gouden windei 2018, no recogerá el deshonroso galardón.
Este tipo de iniciativa tiene un gran efecto sobre las empresas alimentarias, algunos de los nominados o ganadores del premio, terminan rectificando y presentan el producto con más honestidad, con una publicidad más clara que permite a los consumidores con un simple vistazo saber realmente lo que compran. También logra que se modifique la composición de los ingredientes, reduciendo el contenido en azúcar, aumentando la cantidad de un determinado ingrediente, etc. Como decíamos aquí, no estaría mal poner en marcha unos premios de estas características en nuestro país, seguro que contribuiría a forzar cambios beneficiosos para los consumidores en la industria alimentaria.
Podes conocer más detalles del Premio al Producto Alimenticio más Fraudulento del Año a través de la página oficial de Foodwatch Países Bajos.
Foto 2 | Franklin Heijnen
