Candidatos al Premio a la Mentira Publicitaria más Insolente del Año 2024

Foodwatch Alemania acaba de presentar a los candidatos al Premio a la Mentira Publicitaria más Insolente del Año 2024 (Goldenen Windbeutel 2024), premio que ya sabemos que prácticamente todas las empresas rechazan. La razón es que se trata de un galardón que se otorga a un producto alimenticio que se asocia a malas prácticas como la publicidad engañosa, utilizar fotografías en los envases que pueden inducir a error, proporcionar mensajes y descripciones ambiguas o que no reflejan la realidad, el uso de declaraciones saludables o medioambientales que son inexistentes, el uso de etiquetado fraudulento, etc.

Para los Goldenen Windbeutel 2024 se han seleccionado cinco candidatos que serán sometidos a la votación popular a través del canal online durante todo el mes de junio. Hay que recordar que estos candidatos han sido seleccionados del conjunto de productos que se han presentado en la plataforma de quejas contra las mentiras publicitarias de los productos alimenticios, donde los usuarios suben fotografías que se acompañan con una explicación sobre la mentira o fraude detectado.

La organización de consumidores Foodwatch ha analizado todos los productos de esta plataforma y ha elegido cinco que llevan a cabo prácticas “audaces” y por tanto, son candidatos idóneos para el Golden Cream Puff 2024. Los productos que optan al premio son: los Snacks de Fruta Bio de Alete, la sopa de champiñones de GB Foods, el helado Langnese Cremissimo Bourbon Vanilla de Unilever, la barrita Pretty Little Meal Bar de Offset, y la Mortadela vegana Spicker de Rügenwalder Mühle. Seguidamente, vamos a detallar y a ampliar la información de los productos nominados, así como las razones por las que han sido elegidos.

Snacks de Fruta Bio de Alete: Se trata de un snack que está elaborado con puré liofilizado de frutas (manzana y plátano ecológicos) y que se anuncia como ecológico, sin azúcares añadidos, colorantes, conservantes, ni potenciadores de sabor, ideal para niños a partir de tres años de edad. Foodwatch explica que contiene 72 gramos de fructosa por cada 100 gramos de producto, por lo que es más dulce que saludable, de hecho, no debería ser consumido por los niños según los consejos de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Al problema del excesivo contenido en azúcar hay que añadir su elevado precio, 20 gramos de producto tienen un coste de 2’45 euros, es decir, se superan los 100 euros por kilo para un snack que no se puede considerar saludable, a pesar de que se anuncie como producto ecológico y sostenible.

Sopa de champiñones de GB Foods: El envase de este producto es sugerente, en él se muestra una taza caliente de crema y trocitos de champiñones, dando la impresión de que se trata de un alimento con un alto contenido en ingredientes vegetales. El problema es que esta sopa se compone principalmente de almidón de patata modificado, aceite de palma y jarabe de glucosa, y tan sólo contiene un 2% de verduras, incluido un 1’5% de champiñones y extracto de champiñones.

El sabor intenso a champiñones viene dado por los aromas y extracto de levadura, sin embargo, en el envase del producto aparece el mensaje «naturalmente sin aditivos ni potenciadores del sabor». Cierto es que no existe ninguna objeción legal, ya que el extracto de levadura y el aroma se consideran ingredientes y no aditivos, pero esto induce a error a los consumidores.

Helado Langnese Cremissimo Bourbon Vanilla: La organización de consumidores comenta que el helado es un ejemplo especialmente audaz de reduflación, ya que el contenido del envase se redujo de 1.300 mililitros a 900 mililitros, pero su precio se mantuvo en 3’99 euros. Esta jugada en realidad es un aumento del precio del helado de nada menos que un 44%, y eso sin advertir al consumidor.

Unilever ha intentado justificarlo señalando que ha realizado cambios en la receta del helado, pero Foodwatch ha constatado que a pesar del supuesto cambio, los valores nutricionales como grasa, proteína y azúcar son idénticos en las dos recetas, sólo se aprecia un ligero aumento del contenido energético. La única diferencia es la inclusión de la goma de tara (E417), espesante que resulta más económico que otros. Pero su inclusión no puede considerarse una mejora en la calidad y no justifica un incremento del 44% en el precio.

Barrita Pretty Little Meal Bar de Offset: Este producto se anuncia como un sustituto de la comida principal e ideal para perder peso. La barrita supuestamente proporciona todas las proteínas, fibra, vitaminas, minerales y nutrientes importantes, siendo un alimento que forma parte de un estilo de vida saludable.

Sin embargo, el producto contiene un 25% de azúcar, contiene una proporción relativamente elevada de grasas saturadas y una alta densidad calórica, siendo un alimento altamente procesado (ultraprocesado). Por tanto, no se puede considerar para nada como un alimento que debe formar parte de una dieta saludable, y menos para perder peso.

Mortadela vegana Spicker de Rügenwalder Mühle: En el envase de este producto aparece el mensaje “a base de pipas de girasol” pero al comprobar los ingredientes se puede observar que tan sólo se incluye un 2% de pipas de girasol. Lo que contiene en cantidades elevadas es agua, aceite de colza y fibras de bambú. Y es que el mensaje hace creer a los consumidores que el ingrediente principal que reemplaza a la carne son las pipas de girasol, pero en realidad debería portar el mensaje “a base de aceite de colza”.

Este tipo de información engañosa se encuentra presente en muchos productos alimenticios y a lo largo de varios años hemos citado algunos ejemplos, en este sentido, podemos retomar la lectura del post “Qué son las mentiras publicitarias en los productos alimenticios y cómo se pueden reconocer”, donde destacábamos, entre otros ejemplos, un fuet de pavo cuya composición era de un 70% de carne y grasa de cerdo, y el 30% restante carne de pavo, a pesar de que se presentaba como si se tratase de un alimento 100% de pavo.

Foodwatch lucha desde hace años contra este tipo de engaños que lamentablemente se han instaurado como algo normal y para combatirlo es necesario llevar a cabo iniciativas que dejen a los fabricantes en evidencia ante todos los consumidores, de este modo se sienten en la obligación de trabajar en un marco de legalidad y transparencia. Dicho sea de paso que ya se ha comprobado que el premio Goldenen Windbeutel 2024 tiene suficiente fuerza para ello.

A través de la página oficial de Foodwatch podréis conocer más detalles de los cinco productos nominados, de las votaciones e incluso si lo deseáis, podréis votar previa inscripción con el correo electrónico.

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