Palm Done Right es una organización que trabaja para que la industria alimentaria utilice aceite de palma sostenible. Esta organización, igual que otras como WWF (World Wild Fund for Nature), cree que la industria del aceite de palma puede crecer y desarrollarse libre de deforestación y respetando la biodiversidad y el medio ambiente. Recordemos que a principios de año WWF denunciaba que varias empresas de alimentación seguían sin cumplir con sus compromisos en favor del aceite de palma sostenible.
El caso es que Palm Done Right ha puesto en marcha la campaña #SayItOnTheWrapper, con la que se realiza un llamamiento en favor de la información transparente y se deje de ocultar el aceite de palma bajo otros nombres en el etiquetado de los alimentos. Recordemos que en la actualidad se utilizan 590 nombres alternativos al aceite de palma y la mayoría de estos nombres son desconocidos para los consumidores, algo de lo que se aprovechan algunas empresas, de ello hablábamos aquí.
El aceite de palma es la grasa alimentaria más utilizada en el mundo, a pesar de que ha recibido numerosas críticas por estar asociada a la deforestación, a la perdida de biodiversidad, a la violación de los derechos humanos, etc., se trata de cuestiones negativas que influyen en la decisión de compra de los consumidores. Por ello, muchos optan por adquirir productos sin aceite de palma, las empresas reformulan sus productos alimenticios con otros aceites vegetales alternativos que también tienen un impacto negativo, a vece incluso mayor. Basta con dar un vistazo a la siguiente comparativa productiva para la elaboración de grasas vegetales.
El rendimiento de la colza es de 0’8 toneladas por hectárea, el rendimiento para elaborar aceite de semillas de girasol es de 0’7 toneladas por hectárea, y el del aceite de soja es de 0’5 toneladas por hectárea, cantidades muy inferiores al rendimiento del aceite de palma, que alcanza las 3’8 toneladas por hectárea. Esto indica que para producir el equivalente sustituto al aceite de palma, sería necesario utilizar muchas más tierras de cultivo, algo que como explicábamos aquí, deriva en un enorme impacto en el medio ambiente y la diversidad. Por esta y otras razones, se aboga por el aceite de palma sostenible y certificado, producido bajo todos los estándares de seguridad.
Esta organización considera que si se utiliza aceite de palma sostenible, no es necesario ocultarlo en la lista de ingredientes, hay que informar a los consumidores y mostrarles comparativas como las que hemos citado, ya que el reemplazo por otras grasas vegetales puede jugar en contra del medioambiente y la biodiversidad. Palm Done Right comenta que la palma es actualmente el medio de vida de millones de pequeños agricultores, y dejar de utilizar este ingrediente tendría un impacto negativo, pero obviamente, es necesario que su producción sea totalmente sostenible y que se obtenga a partir de temperaturas por debajo de los 200º C para reducir los contaminantes químicos que se producen durante el procesado de los alimentos, concretamente el 3-monocloropropanediol, el 2-monocloropropanediol (2-MCPD) y los ésteres glicidil de ácidos grasos, sustancias que se forman durante el refinado de los aceites vegetales a una temperatura de 200º C.
#SayItOnTheWrapper destaca el buen trabajo de quienes están educando a los consumidores sobre el uso del aceite de palma sostenible, también alienta a todas las empresas a ser transparentes y garantizar la trazabilidad en su cadena de suministro. Palm Done Right lucha contra el boicot existente contra el aceite de palma, no se trata de sustituir este ingrediente por otras alternativas que la organización considera contraproducentes, sino de utilizar un aceite sostenible y certificado, claro, que siembre habrá quien opine que hay que evitar consumir esta grasa, como Juan Llorca, cocinero en la Escuela Montessori de Valencia.
Al margen de algunos puntos, estamos completamente de acuerdo en una cuestión, es necesario que las empresas dejen de utilizar nombres alternativos para ocultar un ingrediente a los consumidores, con estas prácticas es lógico que se genere desconfianza, recordemos que lo mismo ocurre con otros ingredientes como el azúcar. La organización cree que los fabricantes de alimentos deben asumir su responsabilidad, deben sustituir el aceite de palma convencional por aceite de palma sostenible y dar a conocer el cambio explicando los motivos, quizá así sea aceptado de mejor grado.
Podéis conocer todos los detalles de esta campaña a través de este artículo publicado en la página oficial de Palm Done Right.