En el mes de marzo hablábamos sobre una investigación realizada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS, en la que se concluía que el glifosato posiblemente es cancerígeno para los seres humanos. A raíz de este comunicado Greenpeace ha puesto en marcha una campaña contra el glifosato en la que se pide la colaboración de los internautas para que firmen una carta que será enviada a la Ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y al Ministro de Sanidad, para que tomen las medidas oportunas que puedan llevar a la prohibición del uso de este herbicida en España.
Greenpeace explica que el anuncio realizado por la OMS ha puesto en riesgo el beneficio económico que obtiene Monsanto con su herbicida Roundup, cuyo principal componente activo es el glifosato. Por ello, y según la organización ecologista, la compañía biotecnológica está tratando de desacreditar la investigación del IARC, recordemos que tras la publicación de los resultados del estudio, Monsanto contestó a través de un comunicado en su página web mostrando su total desacuerdo y argumentando su postura, de ello hablábamos aquí.
Hay que dejar claros algunos puntos sobre la postura de la OMS, el glifosato es considerado probablemente un producto cancerígeno porque existen pruebas limitadas de carcinogenicidad en los seres humanos, pero existen suficientes evidencias de que provoca cáncer en los animales con los que se ha experimentado. Esto se puede interpretar como que la OMS ha elevado el nivel de alerta sobre este herbicida pero no llega a las conclusiones obtenidas por otros estudios que lo consideran una sustancia que provoca cáncer. Según la OMS, aunque se ha observado una relación entre cáncer y glifosato, no se pueden descartar los defectos en los procedimientos de investigación, la posibilidad de que la relación sea fruto del azar, etc., por ello determina que posiblemente sea cancerígeno para los seres humanos.
Merece la pena recordar que el IARC ha establecido en la categoría II (productos probablemente carcinógenos para el ser humano) el café, los teléfonos móviles y otros artículos de uso diario habituales en millones de hogares, por lo que el comunicado del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer no tiene el peso ni la consideración que debieran. Con ello no queremos decir que estemos a favor del glifosato, hay muchos estudios que advierten sobre su peligrosidad y apuntan la relación entre el cáncer y los productos fitosanitarios que se utilizan en la agricultura y cuyo principal componente activo es el glifosato, pero deben ser los organismos internacionales, como la OMS, los que emitan un veredicto definitivo para poder frenar de una vez por todas su uso, un ‘probablemente’ como el anunciado el pasado mes de marzo, no se toma como el mensaje “producto carcinógeno para el ser humano”.
Inicialmente la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la EPA (Agencia de Protección Ambiental) catalogaron al herbicida como un producto levemente tóxico, a pesar de que numerosas investigaciones realizadas por diversas instituciones científicas independientes mostraban lo contrario, considerando al herbicida un producto potencialmente peligroso para las plantas, los animales y los seres humanos. Ahora se ha elevado un poco más el listón y se considera posiblemente cancerígeno, quizá dentro de unos años se vuelva a analizar y definitivamente se pueda considerar producto carcinógeno para el ser humano.
Greenpeace explica que los Gobiernos y autoridades europeas deberían escuchar las evaluaciones de la OMS, tomarlas muy en serio y definir ya una hoja de ruta para actuar adoptando las oportunas medidas de precaución. Como ya hemos indicado, tendría más peso y garantizaría la actuación un dictamen como ‘producto carcinógeno’ que un ‘probablemente carcinógeno’, por lo que va a ser difícil que se prohíba el uso del glifosato.
Algo positivo que ha ocurrido a raíz del dictamen de Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS ha sido la preocupación de grupos de investigadores, consumidores y algunas empresas alimentarias que han contratado los servicios de laboratorios independientes para determinar la presencia de trazas de glifosato en los productos alimentarios. Los resultados obtenidos en los laboratorios sorprenden, se han detectado trazas de glifosato en los cereales para el desayuno, en la miel, en la salsa de soja, en la leche de fórmula infantil e incluso en la leche materna, estos resultados deberían servir para que el IARC realizará una nueva investigación en profundidad, si es un producto carcinógeno, un veredicto concluyente a tiempo podría salvar muchas vidas.
Estamos de acuerdo con la campaña ‘No al glifosato’, pero no en base al dictamen de la OMS ya que no es tan concluyente como otros muchos estudios realizados, en los que se determina la peligrosidad del producto para los seres humanos y el medio ambiente. A través de este enlace podréis apoyar la campaña puesta en marcha por Greenpeace con vuestra firma.
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