En el mes de septiembre, varias de las empresas que trabajan en el desarrollo y producción de la denominada carne de cultivo, in vitro o de laboratorio, producto que durante los dos últimos años paso a denominarse ‘carne limpia’, decidieron cambiar de nuevo la descriptiva considerando que lo mejor era definir su producto como ’carne a base de células’. La razón era que hablar de ’carne limpia’ tenía una implicación tácita, ya que era como apuntar que la carne tradicional era ’carne sucia’.
El caso es que hoy conocemos un estudio desarrollado por Good Food Institute (GFI), organización que se dedica a trabajar con empresas, investigadores e inversores, en el desarrollo de proyectos alimentarios innovadores, seguros y respetuosos con el medio ambiente, en el que se apunta que cambiar la descriptiva ’carne limpia’ por “carne a base de células” no es buena idea. El GFI considera que esta última descriptiva que se ha adoptado puede ser mucho menos aceptada por los consumidores que otras como ’carne de cultivo’ o ’carne sin matanza’ por ejemplo.
Cuando se decidió llamar a la carne de laboratorio ‘carne limpia’, se argumentaba que la razón era que se trata de una carne que se produce en un ambiente estéril y no contiene antibióticos, pesticidas, hormonas u otras sustancias similares, tampoco contiene bacterias que puedan provocar enfermedades a los seres humanos, se produce de un modo mucho más sostenible, con un impacto medioambiental muy limitado, no es necesario matar animales para su producción, apenas se utilizan recursos como las tierras de cultivo o el agua, al contrario de lo que sucede con la producción de carne tradicional, etc. Pero la citada implicación tácita y la confusión que genera lo que significa ’carne limpia’, llevó a las empresas a decidir cambiar el nombre del producto a ‘carne a base de células’
Los expertos del Good Food Institute explican que, aunque esta nueva definición se ha adoptado a fin de satisfacer a los reguladores, evitar conflictos con la industria cárnica y contentar a los consumidores, en este último caso no funciona bien, ya que la intención de probar y comprar el producto por parte de los consumidores se ha reducido si se compara con la presentación del producto con el nombre de ’carne limpia’, así se desprende de la encuesta que han realizado. Esto es marear la perdiz, quizá se debería haber llevado a cabo un estudio en profundidad antes de tomar cualquier decisión, si deciden cambiar de nuevo el nombre de esta carne, es probable que afecte a la confianza de los consumidores.
Según los resultados, el término más aceptado por los consumidores es ’carne limpia’, le siguen ’carne sin carne’, ’carne artesana’, ’carne de cultivo’ y en último lugar ’carne a base de células’. Los resultados no dejan lugar a dudas, la decisión adoptada por esta floreciente y creciente industria ha sido errónea. Según el instituto, la descriptiva ’carne libre de sacrificio animal’ era prometedora y encaja con el deseo de los consumidores de evitar el sufrimiento animal, la producción industrial relacionada con el impacto medioambiental, etc., siendo una descripción sencilla y directa. Sin embargo, existen dudas sobre la neutralidad de esta descriptiva y su capacidad de lograr un consenso entre todas las partes implicadas.
La ’carne de cultivo’ se clasificó mejor que la ’carne a base de células’ en lo que respecta a atraer la atención del consumidor y aumentar su decisión de compra, pero es una descriptiva que no puede encajar en la producción de mariscos y pescado de cultivo. Recordemos que la empresa Finless Foods trabaja en este campo produciendo carne de pescado a partir de células obtenidas de una especie viva, siendo un proceso similar al de la carne de laboratorio.
En definitiva, ahora los investigadores del Good Food Institute están trabajando con la compañía Mattson, especializada el en desarrollo de estrategias innovadoras para el lanzamiento de alimentos y bebidas al mercado, para encontrar la mejor descriptiva para la carne de cultivo, que se adapte y funcione en todos los ámbitos. Por ahora, el instituto comenta que ha decidido seguir utilizando la descriptiva ’carne limpia’ en los comunicados populares que realice, y ’carne de cultivo’ o ’carne a base de células’ en otros comunicados, si se considera que podría ser contraproducente utilizar la descriptiva ’carne limpia’.
Es evidente que estas empresas que trabajan en el desarrollo de nuevas proteínas se han precipitado demasiado y esto podría pasar factura. Los resultados del estudio, la encuesta y la información sobre la metodología utilizada la podréis consultar a través de este enlace (Pdf), así como la explicación sobre el propósito de la investigación y el por qué es necesario comprender la percepción de los consumidores sobre los nombres utilizados para describir la carne producida a través de la denominada agricultura celular.