Parece que la administración de California (Estados Unidos) se ha propuesto incluir el glifosato, principal componente activo del famoso herbicida Roundup de Monsanto, en la lista oficial de carcinógenos conocidos, recordemos que el glifosato fue considerado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, como un posible agente cancerígeno para los seres humanos, de todo ello hablábamos en este post. Esta acción podría suponer la reducción significativa del uso del herbicida en California y posiblemente en todo el país, por lo que se espera que Monsanto realice una fuerte oposición a esta medida.
Es de suponer que Monsanto utilizará la mayor parte de los argumentos que utilizó en su momento para contestar a la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), como por ejemplo que todas las agencias reguladoras y cientos de investigadores han llevado a cabo estudios que muestran que el glifosato no es peligroso para la salud, que las conclusiones del IARC no están respaldadas con datos científicos, que en la categoría de peligrosidad colocada al glifosato también están presentes otros alimentos y productos como los teléfonos móviles o el café, entre otros, etc.
California quiere proteger a sus ciudadanos del glifosato de Monsanto pero evidentemente la compañía biotecnológica va a luchar para evitar que el glifosato sea introducido en una ley conocida como Proposición 65, en ella se incluyen los productos químicos clasificados por la Oficina del Estado de Salud Ambiental y Evaluación de Riesgos de California como productos peligrosos que pueden provocar defectos de nacimiento o cáncer, obligando a que todos los artículos y alimentos que contengan estos productos químicos, sean etiquetados con un mensaje de advertencia.
De llevarse a cabo esta acción, muchos alimentos deberían incluir este mensaje de advertencia. Recordemos que hace unos meses podíamos saber que varios laboratorios contratados por asociaciones de consumidores independientes y algunas empresas alimentarias, realizaron análisis de los alimentos para determinar la presencia de trazas de glifosato en los alimentos, de sus conclusiones se desprendía que este producto químico estaba presente en muchos alimentos, en la salsa de soja, en la miel, en la leche de fórmula infantil… la lista de alimentos con trazas de glifosato es muy extensa.
Debido a que los fabricantes de alimentos detestan tener que añadir etiquetas de advertencia sobre el peligro de un determinado compuesto químico que podrían provocar la reducción de la venta de productos, prefieren reformular el alimento o en su defecto retirarlo del mercado. Esto podría provocar que muchas empresas alimentarias optaran por no adquirir los alimentos que son tratados con Roundup (recordemos que este es el principal herbicida utilizado en los cultivos de alimentos transgénicos), lo que llevaría a una reducción significativa de las ventas de alimentos modificados genéticamente como el maíz, el trigo, la soja, etc. Es evidente que Monsanto no se va a quedar de brazos cruzados y sacará toda su artillería para evitar a toda costa la inclusión del glifosato en la Proposición 65.
Según nos explican en EWG (Environmental Working Group), California se suma a las declaraciones de la Organización Mundial de la Salud, y concretamente a las realizadas por el IARC, al considerar al glifosato como posible agente cancerígeno. Lo cierto es que esta no es una medida aislada, en otros países como Colombia, se ha prohibido el uso del glifosato en plantaciones, en Francia se ordenó retirar de las estanterías de las tiendas de hogar y jardín los productos fitosanitarios en cuya formulación aparecía el glifosato. Lamentablemente y remitiéndonos a los análisis realizados que hemos citado anteriormente, muchos alimentos contienen trazas de glifosato y no necesariamente contienen ingredientes modificados genéticamente, aunque evidentemente son mucho menores que las presentes en los productos que contienen materias primas transgénicas.
Parece que California seguirá adelante con su propósito, incluir el glifosato en la lista de productos peligrosos para la salud que aparecen en la Proposición 65 (actualmente incluye unos 800), no tardaremos mucho en conocer las acciones que llevará a cabo Monsanto para evitarlo. De nuevo la organización EWG recuerda que los consumidores estadounidenses deberían poder ejercer su derecho a saber sobre los alimentos que consumen a través de la inclusión de las etiquetas que identifiquen los alimentos transgénicos, es ilógico e irracional que se vete este derecho. Petición que nunca se podrá hacer efectiva con la entrada en vigor de la Ley del Etiquetado de Alimentos Seguros y Precisos, también denominada Ley Oscura del etiquetado de los alimentos transgénicos (Dark Act).
Foto | UD Carvel REC