Calabizo es una empresa fundada por una ingeniera agrónoma, una ingeniera en técnicas en industrias agroalimentarias y una licenciada en ciencias económicas, que querían aportar su granito de arena a la alimentación saludable y respetuosa con el medio ambiente. Tuvieron la idea de crear el primer “chorizo” de calabaza 100% vegetal, como lo describen ellas, y lo bautizaron con el mismo nombre de la empresa.
Calabizo de un producto procesado que, para su elaboración, pasa por un tratamiento similar al que se realiza para elaborar los chorizos tradicionales, está curado y además ahumado con madera de roble, pero a primera vista, como podéis ver en la fotografía, recuerda más a la chistorra por su forma alargada y fina. Para elaborar un kilo de este producto es necesario utilizar cinco kilos de calabaza, el resto de ingredientes de este producto son orégano, pimentón, cebolla, ajo, aceite de oliva virgen extra y sal.
Este particular ‘embutido’ se presenta como un alimento innovador porque no existe en el mercado ningún “chorizo” vegetal que se haya elaborado siguiendo el método tradicional de elaboración del verdadero chorizo. Lo recomiendan para las dietas bajas en colesterol, y además es apto para dietas vegetarianas y veganas. Sus creadoras destacan el valor nutritivo y el contenido en antioxidantes de su producto, el reducido aporte calórico (que en realidad no es tan reducido, sobre todo sabiendo que el 90% de su composición es calabaza) y por ser fuente de fibra. El producto se presenta en dos formatos, vegetal y vegano, y lo que les diferencia es el tipo de envoltura (lo que sería la tripa), la hay vegetal y de colágeno, además, se puede elegir entre la versión normal o la picante.
Sobre los valores nutricionales de este ‘falso chorizo‘ vegetal, por cada 100 gramos aporta 283 kilocalorías, 13’4 gramos de grasa, de las que 3’2 son saturadas, 34 gramos de hidratos de carbono, de los que 2’7 gramos son azúcares, 8’4 gramos de fibra alimentaria, 7 gramos de proteínas y 2’6 gramos de sal. No contiene conservantes, colorantes, gluten o alérgenos, y se elabora en Galicia. Como habéis podido ver en la primera foto, los Calabizos se venden envasados al vacío, por lo que no necesitan conservación en frío y su fecha de consumo preferente alcanza el año.
Y ¿qué nos parece este producto después de probarlo? Antes hablemos sobre el uso de la descriptiva ‘chorizo’, y es que como os hemos comentado en otras ocasiones, esto puede traer problemas en un futuro a la empresa, aunque no pensamos que el uso de términos cárnicos en productos vegetales sea un engaño, cada vez en más países la industria de los productos cárnicos pide legislar sobre ello, intentando impedir que los productos vegetarianos y veganos puedan utilizar denominaciones cárnicas como hamburguesa, salchicha, chorizo… un ejemplo es Francia, el último país comunitario en prohibir el uso de términos cárnicos en los productos vegetarianos.
Sobre el sabor de los Calabizos, pues no tienen nada que ver con el chorizo, evidentemente, ni tampoco en la textura, pero el uso de las mismas especias y su ahumado pueden dar lugar a un recuerdo a este u otros productos curados similares. En su favor se puede decir que entre el boom de productos para vegetarianos y veganos que están apareciendo en el mercado (puesto que la industria alimentaria ha visto un filón en ello), el Calabizo puede considerarse un producto procesado saludable. Ya os hemos comentado en más ocasiones que los productos veganos y vegetarianos no siempre son saludables, de hecho, cada vez hay más variedad pero cada vez son menos saludables. Para comprobarlo sólo tenéis que mirar la lista de ingredientes de esas ‘hamburguesas’, ‘albóndigas’ y demás productos dirigidos a vegetarianos y veganos que podéis encontrar en el supermercado.
Por otro lado, hay que decir que el precio está a la altura de otros tantos productos alimentarios dirigidos a personas que llevan una dieta ‘especial’ (que no comen de todo, que tienen restricciones alimentarias por necesidad o por ética), es decir, es caro. Este producto se puede comprar en la web de la empresa en packs de tres unidades (140 gramos) o seis unidades por 5’75 y 9’75 euros respectivamente, así que el precio del kilo ronda los 40 euros. A esto hay que añadir los gastos de envío, que superan los 6 euros, por lo que en caso de interés por probar los Calabizos, o se compra una buena cantidad para aprovechar el envío gratis en pedidos superiores a 30 euros, o se adquiere en una tienda física, podéis conocer sus localizaciones en la web del producto. Si lo probáis, ya nos comentaréis qué os ha parecido a vosotros.