La Calabaza asada con requesón y confitura de trompeta amarilla es un postre que esperamos que os acompañe este otoño, bueno, no necesariamente como postre, para la merienda es también una opción ideal, y en el caso de no disponer de la confitura de setas mencionada, no hay problema, hoy la hemos utilizado y le sienta muy bien, además de las setas incorpora piñones, pero estará igual de rico si bañáis la calabaza asada y el requesón con miel y añadís unos piñones tostados, unas nueces, unas avellanas…
Hoy os mostramos la presentación más rústica de la receta de calabaza asada, naturalmente hay muchas otras formas de servirla, desde vasitos o verrines, hasta dándole forma con un aro de emplatar, dentro de una crepe… ¿os animáis a probarla?
Ingredientes (4 comensales)
- 1 calabaza pequeña (o 4 raciones de calabaza)
- 280 gramos de requesón
- 6-8 cucharadas generosas de confitura de trompetas amarillas (en su defecto miel, jarabe de arce o caramelo).
Elaboración
Prepara la calabaza lavándola bien y cortándola de forma que haga de cuenco del postre, no es necesario pelarla previamente. Pon las porciones de calabaza en el horno a 180º C y ásala hasta que esté tierna, puedes comprobarlo pinchando con un palillo, verás también que carameliza.
Pon el requesón en un cuenco y añade un par de cucharadas de confitura, mezcla bien y reparte el requesón en el centro de las cuatro porciones de calabaza asada, mantén esta elaboración en el horno unos cinco o diez minutos. Lo ideal es servir este postre caliente, así que será interesante realizar este paso momentos antes de ofrecérselo a los comensales.
Emplatado
Cuando retires la Calabaza asada con requesón del horno, baña con la confitura de trompeta amarilla o el endulzante que prefieras y sirve enseguida. ¡Buen provecho!