La butifarra es un producto de origen catalán (botifarra) del que podemos encontrar principalmente dos tipos, la butifarra fresca y la butifarra cocida. En ambos casos se trata de un embutido de cerdo que se condimenta con especias y algunas variedades con otros ingredientes. Dentro de la categoría de butifarras cocidas hay una amplia variedad, hoy os vamos a hablar del Bull.
La butifarra o bull que podéis ver en la imagen es de elaboración artesanal, de la empresa leridana Gourmet Rural. Se trata de una empresa familiar con cinco generaciones a sus espaldas que quiere devolver a los paladares los sabores de este auténtico embutido, elaborando de forma tradicional y artesanal, siempre a partir de las mejores materias primas para conjugar la calidad de tratamiento y producto.
Cabe destacar algunas cosas sobre la empresa Gourmet Rural, gozan del reconocimiento de la Comisión de Artesanía Alimentaria de Catalunya, son maestros artesanos alimentarios por cumplir con determinados méritos de conocimientos y creatividad en el sector, disponiendo del carnet de artesano alimentario durante un mínimo de tiempo de 15 años. Destacar también que los productos de esta empresa catalana son aptos para celíacos, siendo excelentes en cuanto a sabor, textura y aroma.
El término bull se cree que procede del latín botulu, esto por un lado, también se cree que recibe este nombre por la necesidad de hacer hervir (bullir) los ingredientes con los que se elabora (lengua, cabeza u otros órganos), que necesitan una larga cocción.
La butifarra conocida como bull es gruesa, la que veis en la imagen es blanca, aunque la butifarra blanca es otra variedad que se diferencia en los ingredientes que la componen. También está la negra, cuya principal diferencia es la inclusión de sangre. El bull se elabora con el intestino grueso del cerdo, con lengua, carne de la cabeza, grasa sin corteza, sal y especias. La lengua es el ingrediente que distingue al bull de la butifarra blanca, que además es más fina.
Esta butifarra cocida está lista para ser consumida, como a nosotros nos gusta más es con un buen pan de payés casero, ligeramente tostado en el horno o en una parrilla y generosamente untado con tomate, aceite de oliva virgen extra y sal, vamos el ‘pa amb tomàquet’ que caracteriza la cocina catalana.
Pero también se puede incluir en distintas elaboraciones para enriquecer los platos, el bull va muy bien con las legumbres, con el arroz, con las patatas, con los huevos… seguro que tenéis algunas recetas de familia en la que incluís la butifarra cocida o el bull, por supuesto, nos encantará conocerlas.