En marzo de 2015 McDonald’s anunció su intención de abastecerse de pollos criados sin antibióticos en el plazo de dos años, tiempo necesario para llevar a cabo la transición, facilitando la adaptación de la normativa en sus restaurantes y dando tiempo a sus proveedores para que cambiaran su sistema de producción. Desde entonces, algunas cadenas de comida rápida han ido realizando cambios en la política sobre el uso de antibióticos en los animales de cuya carne se abastecen, sin embargo, en septiembre del año pasado se dio a conocer un informe en el que se destacaba que las cadenas de comida rápida suspendían en la política para la eliminación de los antibióticos en la carne.
En este informe Burger King aparecía clasificado en último lugar, junto a otras compañías, por no haber tomado medidas para reducir el uso de estos fármacos en sus cadenas de abastecimiento. Pues bien, parece que este tipo de informes y el creciente número de consumidores que no quieren carne que contenga antibióticos, está forzando a las cadenas a cambiar su política sobre este tema. Hoy podemos saber que Burger King anuncia que se abastecerá de pollos criados sin antibióticos, y también lo anuncia la cadena Tim Hortons, claro, que se trata de una compañía subsidiaria de Restaurant Brands International, creada a partir de la fusión con Burger King en el año 2014.
En cuestión de meses se ha pasado de no dar importancia al tema, a considerarlo de máxima prioridad, ya que se trata de un problema para la medicina humana. Recordemos que el uso de antibióticos como medida preventiva, es decir, para asegurar la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, está pasando factura, en las últimas décadas se ha dependido de los antibióticos para combatir las infecciones y las enfermedades, pero el abuso y el mal uso de estos fármacos, sobre todo su aplicación con carácter no terapéutico, ha convertido los fármacos en armas de aquellos patógenos que se pretendía combatir, han generado resistencia, provocando que pierdan su efectividad.
Merece la pena retomar la lectura de este post en el que hablamos de un informe emitido por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, en el que se dan cifras sobre las infecciones y las muertes asociadas a los microorganismos que han generado resistencia. Es un informe del año 2013, pero nos da una idea clara sobre lo peligroso que resulta utilizar los antibióticos en la producción animal con fines no terapéuticos. Se calcula que un 70% de los antibióticos utilizados para combatir las infecciones humanas y garantizar la seguridad de los procedimientos médicos, como por ejemplo las cirugías, se utilizan en la producción animal con fines no terapéuticos, esto da una idea sobre las dimensiones del problema.
Hay que recordar que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos) puso en marcha una nueva política con el propósito de reducir el uso de antibióticos en la alimentación animal con fines preventivos, pero esta política fue cuestionada por la sencilla razón de que se trataba de una serie de directrices voluntarias, algo que no impedía que el problema siguiera existiendo. Al final, este tipo de cambios de política de las cadenas alimentarias forzada por organizaciones medioambientales y consumidores, serán las que obliguen a la FDA a legislar sobre el tema, ya que hasta el momento parece que se ha dedicado a salvaguardar los intereses de las empresas, dejando a un lado la seguridad y salud de los consumidores.
Restaurant Brands International, propietaria de las dos cadenas, ha anunciado los cambios en los establecimientos estadounidenses para el presente año y en los establecimientos canadienses para el año que viene, considera que es importante que se reduzca el uso de antibióticos en la producción animal a fin de evitar que se generen súper bacterias, que es como se denomina a los microorganismos patógenos peligrosos que han generado resistencia a los fármacos. Para opinión de algunos, la preocupación real es la posible pérdida de ventas, de ahí el cambio de política. Según leemos aquí, no se han dado más detalles sobre el plan de acción, por lo que es de suponer que en las próximas semanas se dará a conocer.
Foto 1 | Mike Mozart
1 comentarios
Ni burger king ni mcdonalds convencen ya, son empresas que apostaron por la comida rapida y todo lo que ello conlleva, y despues de amasar cada una de ellas una fortuna incalculable, ahora quieren hacernos creer que les importa lo que la gente come, es simplemente grotesco.