El Brown Betty es un postre que data de la época colonial, se trata de un pastel de cuchara de origen americano que se elabora con fruta y migas o trocitos de pan, siendo la versión más popular la elaborada con manzana, aunque muchas otras frutas son apropiadas también para este postre, como las peras, las fresas, el melocotón… Su composición se compara con el pudin, el budín de pan o un crumble, pero el resultado no es igual, digamos que es un pastel ‘desmoronado’.
Como curiosidad, una de las referencias escritas sobre el Apple Brown Betty aparece en la conocida novela de J. D. Salinger, ‘El Guardián entre el centeno’ (1951), en la página 25 dice: “Los sábados por la noche siempre cenábamos lo mismo en Pencey. Lo consideraban una gran cosa porque nos daban un filete. Apostaría la cabeza a que lo hacían porque como el domingo era día de visita, Thurmer pensaba que todas las madres preguntarían a sus hijos qué habían cenado la noche anterior y el niño contestaría: ‘un filete’. ¡Menudo timo! Había que ver el tal filete. Un pedazo de suela seca y dura que no había por dónde meterle mano. Para acompañarlo, nos daban un puré de patata lleno de grumo y, de postre, un bizcocho negruzco que sólo se comían los de la elemental, que a los pobres lo mismo les daba, y tipos como Ackley que se zampaban lo que les echaran”.
Como podemos leer aquí, en la versión en inglés de la novela (The Catcher in the Rye) relata: “…y de postre, tienes Brown Betty, que nadie comía…”. En fin, que se consideraba un postre poco agradable en el internado, seguro que el problema estaba en las manos del cocinero, igual que a la hora de hacer el filete o el puré de patatas, pues el pastel de manzana del que hablamos, aunque humilde, es una delicia.
Imaginad, manzana troceada dispuesta en capas con trocitos de pan impregnados en mantequilla y especias (opcionales) como la canela, la nuez moscada y un sabroso azúcar moreno, todo ello horneado hasta que la fruta está tierna, el pan jugoso, con porciones crujientes, y todos los sabores se han fusionado.
Hoy en día hay muchas versiones del Brown Betty, además de las mencionadas variaciones de fruta, se juega con distintos tipos de pan, incluso se utilizan galletas o bizcochos troceados. Su elaboración es además muy sencilla, siempre sale bien, pudiendo hacer el pastel de manzana en una bandeja grande para después repartir en los platos de postre a los comensales, u horneando en recipientes individuales (aunque se ‘pinten’ un poco con al azúcar y la mantequilla, le da aspecto artesano), personalmente nos parece una mejor opción para la presentación.
Mientras redactamos estas líneas, nuestro Brown Betty está en el horno, ya nos llega el aroma de manzanas asadas y especiadas, si queréis probarlo, no dudéis en ir preparando los ingredientes de este postre que suele acompañarse de helado, nata, yogur cremoso… muy pronto compartiremos con vosotros la receta de Brown Betty.
2 comentarios
También es el nombre de un episodio de Fringe 🙂
Me gustaría saber aproximadamente en que año se creó y en que lugar este postre, y alguna referencia más de origen. Muchas gracias