Reducir el desperdicio alimentario, aumentar el consumo de vegetales y minimizar el uso de materiales plásticos que dañan el medioambiente son algunos de los principales retos que nos debemos proponer todos, tanto en nuestro beneficio como en el del futuro de la humanidad, lo acabamos de ver en los resultados de una investigación que hemos compartido con vosotros en este post titulado ‘Es posible alimentar a 10.000 millones de personas para el año 2050’, no dejéis de leerlo. Hay que tomárselo en serio, y lo cierto es que llevarlo a cabo es más fácil de lo que pueda parecer, sólo es cuestión de tomar conciencia de la magnitud del problema, la población está cada vez más desnutrida, aumenta el número de personas enfermas a más temprana edad, y no digamos lo que estamos haciendo a nuestro planeta…
A lo que íbamos, que hacer un cambio en la dieta y luchar contra el desperdicio alimentario de forma individual no es difícil, y es una de las principales acciones para llegar a hacer un cambio a nivel global y en el que deben participar todos. Y aunque la industria alimentaria parece querer ponernos todas las zancadillas posibles para conseguirlo, también hay un mercado que tiene conciencia medioambiental y crean productos que nos ayudan a llevar una vida más sostenible. Sobre estas cuestiones hablamos a menudo en Gastronomía y Cía, ya lo sabéis, y hoy lo hacemos para presentaros unas bolsas de algodón para conservar los vegetales frescos más tiempo.
En las fotos podéis ver estas bolsas que se llaman Vejibag, compuestas en su totalidad en algodón de rizo francés y orgánico, y están fabricadas en Estados Unidos, el algodón está producido por Texas Organic Cotton Marketing Cooperative y la confección artesana se hace en Opportunity Threads, en Valdese (Carolina del Norte). Sobra decir que si conocéis un producto con características similares a este y que esté fabricado en España, nos encantará que nos lo comentéis.
El caso es que las bolsas para conservar alimentos frescos Vejibag, que son reutilizables, por supuesto, están diseñadas para alargar la vida de los vegetales, para ello, les ofrece la humedad, la temperatura (del frigorífico) y la transpiración que necesitan. Utilizar una bolsa Vejibag es muy sencillo: Primero hay que mojarla y escurrirla bien para que quede húmeda.
Después hay que limpiar las verduras que se van a guardar en la bolsa, lechugas, espinacas, acelgas, brócoli, calabacín, zanahoria, berenjenas, judías verdes, cebollas tiernas, hinojo, coliflor… enjuagarlas con cuidado, retirar las partes que puedan estar dañadas y escurrirlas. Y finalmente se introducen los vegetales limpios en la bolsa de algodón orgánico húmeda y se guarda en el frigorífico, en el cajón de las verduras dejándolo ligeramente abierto para facilitar la transpiración.
Con el paso de los días la bolsa se secará, por lo que será necesario volver a humedecerla, pero no es necesario vaciarla para ello. Sólo se vaciarán cuando se acaben las verduras o cuando haya que lavar las bolsas de conservación, y conviene seguir las recomendaciones de los creadores de Vejibag para que se mantengan en perfecto estado y para que cuiden de los vegetales que guardan.
Las bolsas deben lavarse del revés, tanto a mano como a máquina y con un detergente sin perfume, pues éste se transmitiría a los alimentos si se utilizara. Advierten que al ser 100% algodón, en el primer lavado pueden encoger un poco. Una vez limpias, las bolsas se pueden secar al sol o en la secadora.
Hay tres tamaños de estas bolsas para conservar las verduras, la más grande mide 35 x 43 centímetros, la bolsa mediana que es alargada mide 28 x 43 centímetros, y la bolsa más pequeña mide 28 x 30 centímetros. En cuanto al precio de estas bolsas que podrán ser utilizadas durante años, pues depende de la tienda en la que se compren, pero aquí podéis encontrar la pequeña por 23’50 euros y la mediana por 25’95 euros.